3/10/2015, 18:25
Luego de la pregunta de Kazuma, la jovencita parecía haberse relajado un poco. Incluso pudo notar un ligero matiz de emoción en su ser al hablar sobre subir a un carruaje. Aquello le hizo recordar cuando de muy chico se había montado en un carruaje a pasear por primera vez.
—Claro, el encargado… Ya lo busco —Dijo mientras se levantaba y caminaba hacia el lugar donde aparcaban los carruajes.
—TAFUNA-SAN…
Casi al instante de entre los vehículos surgió aquel hombre al que estaba buscando.
—¿Qué sucede? ¿Ya terminaste de descansar?
—Si… Pero venía a decirte algo ¿Ves a esa chica de por allá? —pregunto mientras apuntaba hacia atrás con su pulgar—. Quiere tomar un paseo en carruaje pero según dice no tiene mucho dinero. Si me lo pides la puedo correr del lugar.
—Serás tonto muchacho —contesto mientras le deba un coscorrón—, ¿no ves la manera en que esta vestida? Seguramente se trata de una chiquilla perteneciente a una familia adinerada que anda de escapadas por ahí. Lo cual es bueno para nosotros, no creo que tenga que recordarte lo importante que es mantener nuestra imagen ¿cierto? —pregunto mientras ponía sus manos en los hombros del peliblanco y hacía un gesto un poco aterrador.
—Vale, entiendo… Bueno la dejo a tu cargo entonces —aseguro mientras se volteaba para irse.
—Nada de eso ¿tú la conoces cierto? —pregunto mientras lo sujetaba por el cuello del uniforme.
—Esto… Más o menos.
—Con eso me basta. Ahora acomoda tu uniforme, pon una sonrisa, haz algo con tu cabello y muéstrale los carruajes que tenemos disponibles. Dile que no se preocupe por el dinero, que el día de hoy es gratis para la gente de apariencia tan agraciada y elegante.
—Vale, no la haré esperar mas entonces —dijo mientras suspiraba.
Le tomo unos dos minutos, pero recogió su cabello en una coleta, escondió lo mechones rebeldes en su elegante sobrero y sacudió y puso en su lugar cada botón y bolsillo de su uniforme. Todo eso para luego dirigirse hacia donde se encontraba Eri.
Luego de explicarle a la muchacha lo dicho por su jefe, procedió a tomarse su trabajo enserio.
—Sea bienvenida a nuestro lugar de servicio. Por favor acompáñeme para mostrarle las opciones de paseo disponible —Dijo mientras hacia una elegante reverencia, pues Tafuna se encontraba vigilándolo.
—Claro, el encargado… Ya lo busco —Dijo mientras se levantaba y caminaba hacia el lugar donde aparcaban los carruajes.
—TAFUNA-SAN…
Casi al instante de entre los vehículos surgió aquel hombre al que estaba buscando.
—¿Qué sucede? ¿Ya terminaste de descansar?
—Si… Pero venía a decirte algo ¿Ves a esa chica de por allá? —pregunto mientras apuntaba hacia atrás con su pulgar—. Quiere tomar un paseo en carruaje pero según dice no tiene mucho dinero. Si me lo pides la puedo correr del lugar.
—Serás tonto muchacho —contesto mientras le deba un coscorrón—, ¿no ves la manera en que esta vestida? Seguramente se trata de una chiquilla perteneciente a una familia adinerada que anda de escapadas por ahí. Lo cual es bueno para nosotros, no creo que tenga que recordarte lo importante que es mantener nuestra imagen ¿cierto? —pregunto mientras ponía sus manos en los hombros del peliblanco y hacía un gesto un poco aterrador.
—Vale, entiendo… Bueno la dejo a tu cargo entonces —aseguro mientras se volteaba para irse.
—Nada de eso ¿tú la conoces cierto? —pregunto mientras lo sujetaba por el cuello del uniforme.
—Esto… Más o menos.
—Con eso me basta. Ahora acomoda tu uniforme, pon una sonrisa, haz algo con tu cabello y muéstrale los carruajes que tenemos disponibles. Dile que no se preocupe por el dinero, que el día de hoy es gratis para la gente de apariencia tan agraciada y elegante.
—Vale, no la haré esperar mas entonces —dijo mientras suspiraba.
Le tomo unos dos minutos, pero recogió su cabello en una coleta, escondió lo mechones rebeldes en su elegante sobrero y sacudió y puso en su lugar cada botón y bolsillo de su uniforme. Todo eso para luego dirigirse hacia donde se encontraba Eri.
Luego de explicarle a la muchacha lo dicho por su jefe, procedió a tomarse su trabajo enserio.
—Sea bienvenida a nuestro lugar de servicio. Por favor acompáñeme para mostrarle las opciones de paseo disponible —Dijo mientras hacia una elegante reverencia, pues Tafuna se encontraba vigilándolo.