5/11/2018, 19:06
Aquello se me había ido completamente de las manos. Igual hubiese sido mejor buscar por mi cuenta en vez de alertar a toda la maldita aldea con aquel grito desesperado. Incluso Kumopansa se revolvió encima de mi cabeza, ahora eramos el centro de todas y cada una de las miradas de la gente de nuestro alrededor. No pude hacer otra cosa que soltar una risilla nerviosa al mismo tiempo que bajaba la mirada, muerto de la más absoluta vergüenza.
Pero de pronto algo se plantó como por arte de magia, digo de ninjutsu, delante de mis narices con el puño cerrado y moviéndose a gran velocidad hasta mi nariz.
— Daruu-kun
Una parte de mí estaba contenta de reeencontrarme, finalmente con el amejin, la otra trataba de evitar aquel golpe, pero mi cuerpo no iba a moverse a la velocidad deseable y no me quedo de otra que encajar aquel golpe, cayendome de culo hasta el frío suelo de Kabotaro.
—¿¡Pero qué te crees que haces, pedazo de subnormal profundo!?
«¿Qué coño?»
— ¡Eh, gilipollas! Ten cuidado con quien te metes — bufó el arácnido que con mi caída, ella también cayó en el suelo, dando una vuelta completa sobre su cuerpo.
Sin embargo, bastó con levantar el dedo delante de sus narices para que el animal diese un paso atrás e hiciera alguna gilipollez.
— Cálmate, Kumopansa
Me levanté del suelo con una pequeña sangría bajo mis fosas nasales, el golpe había sido bastante contundente.
— ¿Qué narices te pasa, tio? ¿Ya no te acuerdas de los viejos amigos?
Apenas era capaz de reconocer a aquel Daruu. Incluso su aspecto era distinto. sus ojos ya no eran blancos. Era como si estuviese con alguien distinto a quien me encontré en el Valle de los Dojos.
Pero de pronto algo se plantó como por arte de magia, digo de ninjutsu, delante de mis narices con el puño cerrado y moviéndose a gran velocidad hasta mi nariz.
— Daruu-kun
Una parte de mí estaba contenta de reeencontrarme, finalmente con el amejin, la otra trataba de evitar aquel golpe, pero mi cuerpo no iba a moverse a la velocidad deseable y no me quedo de otra que encajar aquel golpe, cayendome de culo hasta el frío suelo de Kabotaro.
—¿¡Pero qué te crees que haces, pedazo de subnormal profundo!?
«¿Qué coño?»
— ¡Eh, gilipollas! Ten cuidado con quien te metes — bufó el arácnido que con mi caída, ella también cayó en el suelo, dando una vuelta completa sobre su cuerpo.
Sin embargo, bastó con levantar el dedo delante de sus narices para que el animal diese un paso atrás e hiciera alguna gilipollez.
— Cálmate, Kumopansa
Me levanté del suelo con una pequeña sangría bajo mis fosas nasales, el golpe había sido bastante contundente.
— ¿Qué narices te pasa, tio? ¿Ya no te acuerdas de los viejos amigos?
Apenas era capaz de reconocer a aquel Daruu. Incluso su aspecto era distinto. sus ojos ya no eran blancos. Era como si estuviese con alguien distinto a quien me encontré en el Valle de los Dojos.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa