7/11/2018, 00:34
(Última modificación: 7/11/2018, 00:35 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
Mientras tanto, Yota había interpelado a Daruu una vez más y, tras un par de frases, ahora seguía sus pasos.
—Pues... vienen hacia aquí —señaló Kiroe.
—Oh, ¡venga ya! —resopló Ayame, cogiendo la solapa de su sombrero de bruja con el dedo índice y corazón y ciñéndolo aún más sobre sus ojos.
De todas maneras, fue inútil.
—Ayame, el idiota gritón este dice que quiere hablar con nosotros sobre lo que pasó en Uzushiogakure —dijo Daruu, al llegar a su posición—. Creo que no me va a dejar en paz hasta que le haga caso.
Pero Ayame, con la cabeza y los hombros caídos, tardó algunos segundos más en responder.
—¿De qué demonios sirve intentar pasar desapercibida cuando no te dejan en paz? —exclamó, extendiendo los brazos en un gesto brusco—. ¿Por qué no termináis de señalarme con el dedo y gritáis mi nombre a los cuatro vientos?
«¡Y ya lo rematáis con un: "¡Mirad, es Aotsuki Ayame, la jinchuriki del Gobi que se volvió loca en el examen de Chunin y casi nos mata a todos!"» Completó para sus adentros. La muchacha terminó por resoplar y cruzó los brazos sobre el pecho.
—Pues... vienen hacia aquí —señaló Kiroe.
—Oh, ¡venga ya! —resopló Ayame, cogiendo la solapa de su sombrero de bruja con el dedo índice y corazón y ciñéndolo aún más sobre sus ojos.
De todas maneras, fue inútil.
—Ayame, el idiota gritón este dice que quiere hablar con nosotros sobre lo que pasó en Uzushiogakure —dijo Daruu, al llegar a su posición—. Creo que no me va a dejar en paz hasta que le haga caso.
Pero Ayame, con la cabeza y los hombros caídos, tardó algunos segundos más en responder.
—¿De qué demonios sirve intentar pasar desapercibida cuando no te dejan en paz? —exclamó, extendiendo los brazos en un gesto brusco—. ¿Por qué no termináis de señalarme con el dedo y gritáis mi nombre a los cuatro vientos?
«¡Y ya lo rematáis con un: "¡Mirad, es Aotsuki Ayame, la jinchuriki del Gobi que se volvió loca en el examen de Chunin y casi nos mata a todos!"» Completó para sus adentros. La muchacha terminó por resoplar y cruzó los brazos sobre el pecho.