9/11/2018, 02:03
Juro observó, con la boca abierta, a Datsue. Sí, era rastrero, sí, su conducta era reprochable. Pero nunca creyó que él pudiera hacer algo como lo que estaba haciendo ahora mismo, y tenía que reconocerlo: tratar de negociar contra un bijuu. Prácticamente estaba mirando a la muerte a la cara y estaba proponiéndolo un trato.
« Ya entiendo porque ha causado tanto revuelo » — Sin embargo, Juro no estaba de acuerdo con sus palabras. ¿Un espía en Amegakure? ¿Ayudar a un Bijuu? ¿Mantener a Ayame encerrada por siempre? Desde luego, la moral que le quedaba le decía a gritos que eso no estaba bien.
Pero en ese momento, algo más que su moral empezó a dar voces a gritos: su sentido de la supervivencia.
El ambiente se cargó de una tensión clara. Los ojos (antes de apariencia humana) de Ayame, empezaron a volverse como dos llamas fuertes. Eran los ojos de una bestia. Una bestia encerrada en un cuerpo humano a la que estaban provocando.
—Creo que no me he explicado con la suficiente claridad — De su mano, partículas de materia negras y blancas empezaban a unirse —. Me las apañaré YO SOLA y NADIE volverá a sellarme JAMÁS. NO PIENSO COLABORAR CON LOS HUMANOS. Y MENOS SI SON TAN COBARDES Y RASTREROS COMO TÚ. ¡Y AHORA MÁRCHENSE ANTES DE QUE LOS REDUZCA A CENIZAS!
Juro supo al instante lo que estaba pasando.
« En el examen usó una técnica parecida. ¡Casi destruye a todo el mundo con ese láser! » — pensó, horrorizado, que el bijuu estaba desquiciado. Realmente parecía no pensar. Era como si compartiese los sentimientos de odio de Ayame. Era capaz de hacerlo. Los mataría, los borraría de la faz de la existencia.
Juro retrocedió un paso, y trató de mirar a Datsue, para dejarle claro que su oportunidad de negocios se había acabado.
— Datsue, ya no te escucha. Nos va a pulverizar — le susurró. No le importaba que el bijuu le escuchase, pero no quería enfadarla más aún, por lo que intentó ser disimulado y se lo murmuró mientras la bestia miraba a Datsue con todo su odio y sed de sangre —. Hay que salir de aquí.
« Ya entiendo porque ha causado tanto revuelo » — Sin embargo, Juro no estaba de acuerdo con sus palabras. ¿Un espía en Amegakure? ¿Ayudar a un Bijuu? ¿Mantener a Ayame encerrada por siempre? Desde luego, la moral que le quedaba le decía a gritos que eso no estaba bien.
Pero en ese momento, algo más que su moral empezó a dar voces a gritos: su sentido de la supervivencia.
El ambiente se cargó de una tensión clara. Los ojos (antes de apariencia humana) de Ayame, empezaron a volverse como dos llamas fuertes. Eran los ojos de una bestia. Una bestia encerrada en un cuerpo humano a la que estaban provocando.
—Creo que no me he explicado con la suficiente claridad — De su mano, partículas de materia negras y blancas empezaban a unirse —. Me las apañaré YO SOLA y NADIE volverá a sellarme JAMÁS. NO PIENSO COLABORAR CON LOS HUMANOS. Y MENOS SI SON TAN COBARDES Y RASTREROS COMO TÚ. ¡Y AHORA MÁRCHENSE ANTES DE QUE LOS REDUZCA A CENIZAS!
Juro supo al instante lo que estaba pasando.
« En el examen usó una técnica parecida. ¡Casi destruye a todo el mundo con ese láser! » — pensó, horrorizado, que el bijuu estaba desquiciado. Realmente parecía no pensar. Era como si compartiese los sentimientos de odio de Ayame. Era capaz de hacerlo. Los mataría, los borraría de la faz de la existencia.
Juro retrocedió un paso, y trató de mirar a Datsue, para dejarle claro que su oportunidad de negocios se había acabado.
— Datsue, ya no te escucha. Nos va a pulverizar — le susurró. No le importaba que el bijuu le escuchase, pero no quería enfadarla más aún, por lo que intentó ser disimulado y se lo murmuró mientras la bestia miraba a Datsue con todo su odio y sed de sangre —. Hay que salir de aquí.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60