19/11/2018, 12:56
El joven Daigo partió del despacho con más preguntas que respuestas, pero con la satisfacción de haber reportado un suceso en el que se había visto envuelto como protagonista. El protagonismo, no obstante, ahora lo tendrían otros. Llegaba la hora de Moyashi Kenzou. La subrepticia serpiente, que siempre tramaba tras un arbusto para quedar en buena posición con las otras dos aldeas.
Pero aquél asunto requería de algo de coordinación. Hasta el estratega más trastornado sabe cuál es el momento de dejar de intentar ganar posiciones contra dos adversarios cuando un tercero asoma la cabeza...