22/11/2018, 01:25
(Última modificación: 22/11/2018, 01:27 por Sasagani Yota. Editado 1 vez en total.)
Escuché palabra por palabra lo que Daruu dijo. Malditos uzujins, lo tenían todo calculado los muy hijos de perra. Bueno, o de rata, como decía el amejin. El bijuu fue su máxima prioridad ya que jugaban con el factor campo a su favor al disputarse aquel examen en su propia aldea. Tan solo deseaba que hubiese estado equivocado. Ahora tenía la certeza. Uzushiogakure era el enemigo común.
Uchiha Akame y la tal Uzumaki Eri se llevaron a la jinchuriki descontrolada y al moreno fuera de la aldea bajo algún tipo de técnica de transportación. Eso había quedado claro, ahora sabía que el destino fue las planicies del silencio, dentro de su zona de control, todavía en el país de la espiral. Allí redujeron al Gobi y después... Bueno, después las cosas se empezaron a torcer de verdad. Los capturaron a los dos y el shinobi de la lluvia hizo lo que su orgullo le pidió hacer a él y lo que me hubiese pedido a mí, defenderse él mismo y a su compañera. su aldea incluso. Negaba con la cabeza de pura rabia. Daruu estaba equivocado y Ayame parecía ser gilipollas, no había entendido nada.
—No sé qué intenciones tenía Uchiha Akame esposándote de aquella manera, pero está claro que el Uzukage no estaba de acuerdo con su actuación. Prueba de ello es que no terminara encerrándote o matándote después de un intento de asesinato hacia uno de sus Jōnin, Daruu-kun. Estoy segura de que estaba intentando mitigar la tensión entre las tres aldeas. Lo cierto... es que yo sí quise disculparme con el Uzukage cuando desperté... pero Shanise-senpai no me dejó —confesó Ayame, con la mirada gacha y apretando los puños contra las rodillas—. De haber podido hacerlo, quizás todo fuera diferente ahora. Quizás... no estaríamos así. La relación entre las tres aldeas...
— Os equivocáis ambos — dije alzando la vista y ladeando la cabeza para mirarlos a ambos. Primero a Daruu, luego me fije en la kunoichi.
Cerré el puño y lo estampé en mi rodilla. La rabia más pura ardía en mi interior. creo que incluso mi corazón se aceleró.
— Te equivocas Daruu-kun, esto no es el plan de Uchiha Akame. Estoe s el plan de Uzushiogakure. Piénsalo fríamente. ¿Por qué debería seguir respirando Akame si actuó por su cuenta, apresando a la jinchuriki de Amegakure si de verdad hubiese actuado por sus propios intereses? No tiene demasiado sentido, ¿no crees? — había devuelto la mirada a Daruu para luego perderla en el horizonte al mismo tiempo que suspiraba y la vista se me perdía contra la pared detrás del sofá donde se sentaban ambos — Y menos mal que Shanise-dono impidió que cometieras tal error, Ayame-san, menos mal. Pero os diré porque seguiis respirando
De nuevo, un suspiro profundo y mis manos sobre mi cabeza sacudiendo mis cabellos.
— Cuando se os llevaron del estadio bajé a la arena y traté de hacer hablar a Uchiha Datsue. Pero no quiso escucharme, ahora entiendo porque. Tuve que tratar de hacerlo hablar. Solo quería saber donde se os habían llevado. Entonces ya sospechaba que algo realmente malo estaba pasando. Tras aquello, se dio lugar una batalla campal y gracias a mis compañeros pude ponerme a salvo. Pero más tarde volvió la pelirroja, supongo que es la tal Uzumaki Eri que decías antes. Avisó al Uzukage de que Akame había triunfado y entonces se fue cagando leches hasta el hospital
En efecto, lo recordaba como si hubiese pasado ayer mismo. En mi cabeza se iba reproduciendo aquella secuencia de imágenes.
— No podía permitir que se consumase la traición y os convirtierais en el trofeo de los uzujin. Así que avisé a Yubiwa-dono, el máximo representante de Kusagakure en la expedición al remolino. Fue él quién alertó a Shanise-dono. Yo, y mis compañeros Juro y Daigo nos adelantamos y fuimos al hospital mientras Yubiwa buscaba a Shanise, pero no llegué a entrar al hospital. Yubiwa nos dijo que nuestra parte se había terminado y que debíamos dejar actuar a Amagakure. Más tarde nos fuimos de aquel infierno. Uzushiogakure os liberó y no culminó su plan perfecto porque nosotros metimos nuestra nariz por en medio.
Uchiha Akame y la tal Uzumaki Eri se llevaron a la jinchuriki descontrolada y al moreno fuera de la aldea bajo algún tipo de técnica de transportación. Eso había quedado claro, ahora sabía que el destino fue las planicies del silencio, dentro de su zona de control, todavía en el país de la espiral. Allí redujeron al Gobi y después... Bueno, después las cosas se empezaron a torcer de verdad. Los capturaron a los dos y el shinobi de la lluvia hizo lo que su orgullo le pidió hacer a él y lo que me hubiese pedido a mí, defenderse él mismo y a su compañera. su aldea incluso. Negaba con la cabeza de pura rabia. Daruu estaba equivocado y Ayame parecía ser gilipollas, no había entendido nada.
—No sé qué intenciones tenía Uchiha Akame esposándote de aquella manera, pero está claro que el Uzukage no estaba de acuerdo con su actuación. Prueba de ello es que no terminara encerrándote o matándote después de un intento de asesinato hacia uno de sus Jōnin, Daruu-kun. Estoy segura de que estaba intentando mitigar la tensión entre las tres aldeas. Lo cierto... es que yo sí quise disculparme con el Uzukage cuando desperté... pero Shanise-senpai no me dejó —confesó Ayame, con la mirada gacha y apretando los puños contra las rodillas—. De haber podido hacerlo, quizás todo fuera diferente ahora. Quizás... no estaríamos así. La relación entre las tres aldeas...
— Os equivocáis ambos — dije alzando la vista y ladeando la cabeza para mirarlos a ambos. Primero a Daruu, luego me fije en la kunoichi.
Cerré el puño y lo estampé en mi rodilla. La rabia más pura ardía en mi interior. creo que incluso mi corazón se aceleró.
— Te equivocas Daruu-kun, esto no es el plan de Uchiha Akame. Estoe s el plan de Uzushiogakure. Piénsalo fríamente. ¿Por qué debería seguir respirando Akame si actuó por su cuenta, apresando a la jinchuriki de Amegakure si de verdad hubiese actuado por sus propios intereses? No tiene demasiado sentido, ¿no crees? — había devuelto la mirada a Daruu para luego perderla en el horizonte al mismo tiempo que suspiraba y la vista se me perdía contra la pared detrás del sofá donde se sentaban ambos — Y menos mal que Shanise-dono impidió que cometieras tal error, Ayame-san, menos mal. Pero os diré porque seguiis respirando
De nuevo, un suspiro profundo y mis manos sobre mi cabeza sacudiendo mis cabellos.
— Cuando se os llevaron del estadio bajé a la arena y traté de hacer hablar a Uchiha Datsue. Pero no quiso escucharme, ahora entiendo porque. Tuve que tratar de hacerlo hablar. Solo quería saber donde se os habían llevado. Entonces ya sospechaba que algo realmente malo estaba pasando. Tras aquello, se dio lugar una batalla campal y gracias a mis compañeros pude ponerme a salvo. Pero más tarde volvió la pelirroja, supongo que es la tal Uzumaki Eri que decías antes. Avisó al Uzukage de que Akame había triunfado y entonces se fue cagando leches hasta el hospital
En efecto, lo recordaba como si hubiese pasado ayer mismo. En mi cabeza se iba reproduciendo aquella secuencia de imágenes.
— No podía permitir que se consumase la traición y os convirtierais en el trofeo de los uzujin. Así que avisé a Yubiwa-dono, el máximo representante de Kusagakure en la expedición al remolino. Fue él quién alertó a Shanise-dono. Yo, y mis compañeros Juro y Daigo nos adelantamos y fuimos al hospital mientras Yubiwa buscaba a Shanise, pero no llegué a entrar al hospital. Yubiwa nos dijo que nuestra parte se había terminado y que debíamos dejar actuar a Amagakure. Más tarde nos fuimos de aquel infierno. Uzushiogakure os liberó y no culminó su plan perfecto porque nosotros metimos nuestra nariz por en medio.
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