22/11/2018, 23:15
Juro corrió. Corrió todo lo que pudo con sus ya menos endebles piernas. No podía pararse a pensar en todo lo que había pasado, ni en cómo había regresado a la villa, con el corazón en un puño, sintiéndose perseguido por un enemigo invisible, pero igual de amenazante, como la gacela y el león. Un león había empezado a perseguirle, en alguna parte del mundo.
Llegó a la villa. Respiró. Pasó por casa durante unos minutos, para evitar desfallecer y avisó a Datsue de que había llegado sano y salvo, a través de su sello (del cuál, probablemente, tendría que informar).
Finalmente, y listo, Juro reanudó la carrera, y ésta vez, llegó al edificio del Morikage. Estaba sudado, no había dormido bien, y tenía un aspecto francamente horrible.
« Tengo información importante. Información importante para la aldea, para el mundo. Debe saberlo cuanto antes » — El miedo a ser cogido y ser capturado dentro de su bijuu había sido lo que le había dominado, pero ahora había otro miedo más grande: si era capturado, no podría informar de todo lo que había ocurrido. La información se perdería, y todo dependería de Datsue.
Se acercó a la mesa. Trató de mantener las formas, aunque se veía claramente que estaba preocupado e impaciente.
— Buenas tardes. Necesito hablar con Kenzou-sama. Es un asunto de máxima urgencia — dijo Juro, con un tono serio y preocupado.
Llegó a la villa. Respiró. Pasó por casa durante unos minutos, para evitar desfallecer y avisó a Datsue de que había llegado sano y salvo, a través de su sello (del cuál, probablemente, tendría que informar).
Finalmente, y listo, Juro reanudó la carrera, y ésta vez, llegó al edificio del Morikage. Estaba sudado, no había dormido bien, y tenía un aspecto francamente horrible.
« Tengo información importante. Información importante para la aldea, para el mundo. Debe saberlo cuanto antes » — El miedo a ser cogido y ser capturado dentro de su bijuu había sido lo que le había dominado, pero ahora había otro miedo más grande: si era capturado, no podría informar de todo lo que había ocurrido. La información se perdería, y todo dependería de Datsue.
Se acercó a la mesa. Trató de mantener las formas, aunque se veía claramente que estaba preocupado e impaciente.
— Buenas tardes. Necesito hablar con Kenzou-sama. Es un asunto de máxima urgencia — dijo Juro, con un tono serio y preocupado.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60