25/11/2018, 19:33
Entre sueños y molestias el cuerpo del calvo comenzó a sentir de a poco nuevamente. Estaba envuelto y con la cabeza apoyada en una almohada, cómodo, e intentó acurrucarse pegando las sábanas y sus manos al torso. Dio vueltas hasta darse cuenta que estaba consciente de nuevo, que no estaba en su casa, que había pasado lo de aquella cosa.
Fue entonces cuando abrió los ojos nervioso y se levantó bruscamente quedando sentado en aquella cama. Al principio la luz no lo dejaba ver correctamente pero no tardó en ver a un hombre parado a su lado que comenzó a hablar a penas el monje se había recuperado.
— ¡Shinobi-kun! Por fin has despertado— y las palabras siguieron.
Karamaru escuchaba la mitad todavía un poco somnoliento. La cara se le hacía conocida y lo miró fijo entrecerrando los ojos tratando de encontrar en su memoria una persona que encajara en ese cuerpo. El edificio, el puerto, el puesto de pescado, la ciudad.
«Este no es...»
— P-pues eso mismo...— tartamudeó el cenobita tomándose su tiempo en responder— Emmmm, creo que eso, comí algo que encontramos... una especie de pasta, sí, eso... una pasta.
— Se suponía que tenía que ser algo dulce, un poquito picante tal vez, y muy rico. Producto de una planta medicinal, pero... no creo que haya sido lo mismo que conocía... no sé que pasó después de comer esa cosa.
Karamaru echó un ojo a la habitación nuevamente, ahora más despierto. La mirada terminó en aquel hombre al que seguía tratando de encontrar en su cabeza hasta que al final alcanzó una resolución dudosa.
— Vos no sos… el del puesto de pescado... cómo era.... ¿Yemi sin... sin Yemas?
Fue entonces cuando abrió los ojos nervioso y se levantó bruscamente quedando sentado en aquella cama. Al principio la luz no lo dejaba ver correctamente pero no tardó en ver a un hombre parado a su lado que comenzó a hablar a penas el monje se había recuperado.
— ¡Shinobi-kun! Por fin has despertado— y las palabras siguieron.
Karamaru escuchaba la mitad todavía un poco somnoliento. La cara se le hacía conocida y lo miró fijo entrecerrando los ojos tratando de encontrar en su memoria una persona que encajara en ese cuerpo. El edificio, el puerto, el puesto de pescado, la ciudad.
«Este no es...»
— P-pues eso mismo...— tartamudeó el cenobita tomándose su tiempo en responder— Emmmm, creo que eso, comí algo que encontramos... una especie de pasta, sí, eso... una pasta.
— Se suponía que tenía que ser algo dulce, un poquito picante tal vez, y muy rico. Producto de una planta medicinal, pero... no creo que haya sido lo mismo que conocía... no sé que pasó después de comer esa cosa.
Karamaru echó un ojo a la habitación nuevamente, ahora más despierto. La mirada terminó en aquel hombre al que seguía tratando de encontrar en su cabeza hasta que al final alcanzó una resolución dudosa.
— Vos no sos… el del puesto de pescado... cómo era.... ¿Yemi sin... sin Yemas?
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘