26/11/2018, 19:24
Al parecer la noticia no se recibió ni con entusiasmo ni con alegría. Tampoco es que lo esperase. De hecho, esperaba algo más cercano a lo que obtuve. Daruu calmó la rabia y en su lugar palideció junto a su madre con quién empezó a compartir lo que vendría siendo la confirmación de una teoría que parecía estar en su cabeza durante un tiempo. Teoría que yo acababa de confirmar en aquel preciso instante. La noticia cayó sobre sus cabezas como si de un jarro de agua fría se tratase.
Poco después, Ayame rompió a carcajada limpia para luego repetir la misma frase, en bucle. Incluso llegó a propinar un puñetazo a la pared en la que se había estado fijando hacia un rato, momento en el que sus nudillos se resintieron. Ella tampoco supo encajar bien la noticia. Se notaba, incluso a pesar de la risa.
Y ahí estaba yo, sentado en aquel sillón que, aprovechando la situación que había generado, saqué uno de mis caramelos de mi petaca y me lo llevé a la boca, simplemente esperando a que las cosas se calmasen un poco.
«Creo que debería irme ahora que ya he dicho lo que tenía que decir...»
— La verdad es que no tengo ni idea de quién es el otro hermano del desierto — repliqué sujetando el palo del caramelo con la mano diestra — Pero eso son meras suposiciones, Daruu-kun. Parece lógico y razonable lo que dices, pero por ahora no hay modo de confirmarlo. Lo único que es un hecho es que Datsue es uno de los jinchurikis
Volví a meter el caramelo en mi boca, serio y pensativo, cruzado de brazos.
«Porque si fuera así, menudo par de jinchurikis habrían en Uzushiogakure»
Seguramente mi cabeza trataba de pensar en otras opciones, porque la simple idea de que los dos Uchihas fueran los llamados hermanos del desierto eran una de las peores noticias que un amejin o un kusajin podía conocer.
Poco después, Ayame rompió a carcajada limpia para luego repetir la misma frase, en bucle. Incluso llegó a propinar un puñetazo a la pared en la que se había estado fijando hacia un rato, momento en el que sus nudillos se resintieron. Ella tampoco supo encajar bien la noticia. Se notaba, incluso a pesar de la risa.
Y ahí estaba yo, sentado en aquel sillón que, aprovechando la situación que había generado, saqué uno de mis caramelos de mi petaca y me lo llevé a la boca, simplemente esperando a que las cosas se calmasen un poco.
«Creo que debería irme ahora que ya he dicho lo que tenía que decir...»
— La verdad es que no tengo ni idea de quién es el otro hermano del desierto — repliqué sujetando el palo del caramelo con la mano diestra — Pero eso son meras suposiciones, Daruu-kun. Parece lógico y razonable lo que dices, pero por ahora no hay modo de confirmarlo. Lo único que es un hecho es que Datsue es uno de los jinchurikis
Volví a meter el caramelo en mi boca, serio y pensativo, cruzado de brazos.
«Porque si fuera así, menudo par de jinchurikis habrían en Uzushiogakure»
Seguramente mi cabeza trataba de pensar en otras opciones, porque la simple idea de que los dos Uchihas fueran los llamados hermanos del desierto eran una de las peores noticias que un amejin o un kusajin podía conocer.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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