30/11/2018, 02:55
Las manos de aquel hombre se movieron veloces como dos rayos con dos objetivos muy definidos, mi nuca y la de Kumopansa. Algún día aprendería a no seguirle el juego a esa estúpida ocho ojos o a no ser totalmente sincero.
— ¡¡Woaaah!!
— ¡¡Ay!!
El impacto no fue duro en lo físico, al menos para mí. Lo que dolía era el 'castigo' que acababa de recibir de mi más absoluto superior. Aquello no era una de las broncas con cierto aire de cachondeo de Yubiwa. No señor, aquello era la reprimenda del mismísimo Morikage. Aunque la araña no lo hizo, en lo que respecta a mi, agaché la cabeza como acto reflejo mientras recibía sus palabras.
—No sé qué tipo de rencillas guardas con los ninjas de Uzu, Yota-kun, pero debes aparcarlas. Estamos en una etapa tensa, y debemos mantener buenas relaciones con ellos. Y con Ame —añadió, por si acaso—. Además, todavía no sabemos quién es el responsable. En principio sucedió antes del Examen Chunin.
«¿Qué coño? ¿Es que nadie le ha informado..?»
—La próxima vez que veas un shinobi extranjero que tiene atemorizado a un grupo de personas, y que actúa de forma sospechosa, primero pregunta a dichas personas por qué están asustadas. Y luego, si crees que lo merece, acompáñale amigablemente hasta la frontera. —Intuía que no sería nada, pero si realmente fuese grave, ¿cómo se le había ocurrido abandonar a aquellas gentes sin siquiera preguntarles por sus temores? Porque no, la niña no contaba. Si quisiesen actuar, ahora mismo no tendrían nada. Ni un rastro al que seguir, ni una muestra de olor para localizarle… Nada—. Estás en tu país, Yota-kun. Debes ser tú quien lleve las riendas.
Vale, ahora si. Tenía la confirmación por la que había estado dudando tanto tiempo. Había obrado mal y tenía que haber echado del país a Kaido. Una vez más y a pesar de haberme jurado y perjurado que actuaría de forma correcta y satisfactoria, seguía con la senda de hacer las cosas mal y avergonzar a mis gente y a mis superiores. Agaché todavía más la cabeza, abatido y avergonzado.
— Yo... e-esto... siento no haber podido ser útil en lo de la Ribera. No volverá a suceder, se lo prometo
Pero lo de los uzujin me sulfuraba. No entendía el razonamiento detrás de aquello de ser cordiales y amigables con ellos, ¡nos la acabarían metiendo doblada hasta el jodido fondo! al menos en lo de los amejin estábamos de acuerdo.
— Le ruego sepa perdonar mi ignorancia y estupidez pero... ¿por qué tenemos que respetar a los uzujin? ¡intentaron robar un bijuu en aquel examen! Yo lo vi, y Yubiwa también. No... no lo entiendo, Morikage-sama
— Y por mucho que me golpees, siguen siendo unas ratas traicioneras
Y dale. Ella seguía a lo suyo.
— Mierda, cállate de una vez y no lo empeores más — le recriminé al arácnido.
— ¡¡Woaaah!!
— ¡¡Ay!!
El impacto no fue duro en lo físico, al menos para mí. Lo que dolía era el 'castigo' que acababa de recibir de mi más absoluto superior. Aquello no era una de las broncas con cierto aire de cachondeo de Yubiwa. No señor, aquello era la reprimenda del mismísimo Morikage. Aunque la araña no lo hizo, en lo que respecta a mi, agaché la cabeza como acto reflejo mientras recibía sus palabras.
—No sé qué tipo de rencillas guardas con los ninjas de Uzu, Yota-kun, pero debes aparcarlas. Estamos en una etapa tensa, y debemos mantener buenas relaciones con ellos. Y con Ame —añadió, por si acaso—. Además, todavía no sabemos quién es el responsable. En principio sucedió antes del Examen Chunin.
«¿Qué coño? ¿Es que nadie le ha informado..?»
—La próxima vez que veas un shinobi extranjero que tiene atemorizado a un grupo de personas, y que actúa de forma sospechosa, primero pregunta a dichas personas por qué están asustadas. Y luego, si crees que lo merece, acompáñale amigablemente hasta la frontera. —Intuía que no sería nada, pero si realmente fuese grave, ¿cómo se le había ocurrido abandonar a aquellas gentes sin siquiera preguntarles por sus temores? Porque no, la niña no contaba. Si quisiesen actuar, ahora mismo no tendrían nada. Ni un rastro al que seguir, ni una muestra de olor para localizarle… Nada—. Estás en tu país, Yota-kun. Debes ser tú quien lleve las riendas.
Vale, ahora si. Tenía la confirmación por la que había estado dudando tanto tiempo. Había obrado mal y tenía que haber echado del país a Kaido. Una vez más y a pesar de haberme jurado y perjurado que actuaría de forma correcta y satisfactoria, seguía con la senda de hacer las cosas mal y avergonzar a mis gente y a mis superiores. Agaché todavía más la cabeza, abatido y avergonzado.
— Yo... e-esto... siento no haber podido ser útil en lo de la Ribera. No volverá a suceder, se lo prometo
Pero lo de los uzujin me sulfuraba. No entendía el razonamiento detrás de aquello de ser cordiales y amigables con ellos, ¡nos la acabarían metiendo doblada hasta el jodido fondo! al menos en lo de los amejin estábamos de acuerdo.
— Le ruego sepa perdonar mi ignorancia y estupidez pero... ¿por qué tenemos que respetar a los uzujin? ¡intentaron robar un bijuu en aquel examen! Yo lo vi, y Yubiwa también. No... no lo entiendo, Morikage-sama
— Y por mucho que me golpees, siguen siendo unas ratas traicioneras
Y dale. Ella seguía a lo suyo.
— Mierda, cállate de una vez y no lo empeores más — le recriminé al arácnido.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
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Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa