7/12/2018, 17:26
(Última modificación: 7/12/2018, 17:28 por Aotsuki Ayame. Editado 3 veces en total.)
—Normalmente no, es que... —respondió la muchacha de los extraños accesorios en el pelo, bajo la atenta mirada de Kokuō—. Debo admitirlo, te vi hace un rato cuando bajabas por la calle y me gustaron tus párpados, entonces cuando estuve más cerca noté el cansancio en tu cara y bueno una cosa llevó a la otra —se explicó, antes de hacer una breve pausa—. Y como al parecer viajas sola pensé que quizá quisieras hablar con alguien o necesitar algo de ayuda... No sé.
«¿Una humana preocupándose desinteresadamente por otro? Esto es nuevo...» Pensó el Bijū para sí, alzando una ceja con cierto escepticismo. «Seguramente esté tramando algo...»
«Para no cometer los mismos errores que usted, señorita.»
—Pues no. No necesito ayuda. Le agradezco su preocupación, pero estoy perfectamente —respondió, de forma cortante, al tiempo que volvía a clavar la mirada en el oleaje que se extendía frente a ambas como una alfombra de inmenso azul—. ¿Sólo ha venido siguiéndome o también espera un barco? Porque seguir a alguien sólo por el color de sus párpados es un poco... siniestro.
«¿Una humana preocupándose desinteresadamente por otro? Esto es nuevo...» Pensó el Bijū para sí, alzando una ceja con cierto escepticismo. «Seguramente esté tramando algo...»
«Oh, vamos, ¿por qué eres tan desconfiada con la gente, Kokuō?»
«Para no cometer los mismos errores que usted, señorita.»
—Pues no. No necesito ayuda. Le agradezco su preocupación, pero estoy perfectamente —respondió, de forma cortante, al tiempo que volvía a clavar la mirada en el oleaje que se extendía frente a ambas como una alfombra de inmenso azul—. ¿Sólo ha venido siguiéndome o también espera un barco? Porque seguir a alguien sólo por el color de sus párpados es un poco... siniestro.