6/10/2015, 15:21
El de cabellos blancos comenzó a explicar a una Eri más tranquila debido a la no necesidad de pagar el viaje en carruaje, así prestó total atención a las indicaciones del Ishimura, ignorando que el joven en verdad no quería pasar ese voltio con la kunoichi.
Tomó el mapa que éste le proporcionó, aunque no tenía ni idea de como leer uno. Ya le preguntaría sobre el recorrido que más abarcaba el jardín, puesto que a más duración, mayor era la publicidad. Suspiró mientras intentaba andar de puntillas, los talones la estaban matando.
"Espero que no tardemos mucho en elegir el modelo..."
Pero sus deseos no fueron escuchados, y el Ishimura comenzó a explicarle el primer modelo de carruaje del que disponían, alegando que era el más elegante y caro, y la de cabellos azules no lo iba negar, ya que el color oro y el carmesí quedaban demasiado bien juntos.
-Vaya, quién fuera kage... -Soltó al aire, con tono de admiración.
Así pasaron hasta llegar al que al parecer usarían, y que Eri, personalmente, gustaba más. Algo extravagante, pero acorde con sus ropas. Levantó el pulgar a modo de respuesta a su pregunta y sin dudarlo más se acercó a él, dispuesta a subirse y descansar de una buena vez.
Pero sus modales fueron más rápidos, así que antes de poner un pie en él, preguntó. -¿Importaría si me subiese ya...?
Tomó el mapa que éste le proporcionó, aunque no tenía ni idea de como leer uno. Ya le preguntaría sobre el recorrido que más abarcaba el jardín, puesto que a más duración, mayor era la publicidad. Suspiró mientras intentaba andar de puntillas, los talones la estaban matando.
"Espero que no tardemos mucho en elegir el modelo..."
Pero sus deseos no fueron escuchados, y el Ishimura comenzó a explicarle el primer modelo de carruaje del que disponían, alegando que era el más elegante y caro, y la de cabellos azules no lo iba negar, ya que el color oro y el carmesí quedaban demasiado bien juntos.
-Vaya, quién fuera kage... -Soltó al aire, con tono de admiración.
Así pasaron hasta llegar al que al parecer usarían, y que Eri, personalmente, gustaba más. Algo extravagante, pero acorde con sus ropas. Levantó el pulgar a modo de respuesta a su pregunta y sin dudarlo más se acercó a él, dispuesta a subirse y descansar de una buena vez.
Pero sus modales fueron más rápidos, así que antes de poner un pie en él, preguntó. -¿Importaría si me subiese ya...?