9/12/2018, 22:23
—Por favor, antes déjeme terminar de informarle. Todavía me quedan un par de detallitos —interrumpió Datsue.
—Oh, de acuerdo, de acuerdo. Continúa, lo siento —cedió Hanabi sin ningún tipo de problema.
Verá, como decía, Kokuo nos aseguró que se negaba a estar bajo sus órdenes. Que, por increíble que le parezca, él prefería vivir en paz. Sí —dijo, intercambiando miradas con Katsudon y Hanabi—. Todo muy surrealista. Justo después le toqué un poco las narices y me apuntó con una mano. Creo que iba a lanzarme el mismo rayo que en el examen Chunin. Así que… bueno, hicimos una retirada táctica. —Vamos, que huyeron con el rabo entre las piernas—. Luego yo envié un clon tras el Gobi. Mi objetivo era colocarle un Sello de Rastreo para que pudiésemos localizarle. Por desgracia, en cuanto mi clon hizo contacto, el Gobi huyó con un Kawarimi. Según pude rastrear, se dirigía hacia el País del Rayo… o la Espiral.
»Y creo que eso es todo.
—¿Vivir en paz? ¿Como quiso vivir en paz la última vez que apareció en el País de la Tormenta y se puso a asesinar a diestro y siniestro a todo el que encontraba en lugar de correr hacia las montañas del norte? Sí, muy creíble —replicó Hanabi, pero volvió a quedar unos segundos pensativo—. Aunque, la verdad, espero que sea cierto. Porque si se dirige hacia aquí, entonces tenemos más problemas todavía. Habrá que reforzar la seguridad.
»Bien, pues mucho me temo que esto lo cambia todo. Hay que formar una alianza contra esta fuerza de "Kurama". Si todo esto es cierto, estamos todos en peligro, quien sabe si incluso han sido ellos los que han destrozado la cabeza de Kouta para seguir enfrentando a nuestras dos aldeas.
»En fin. Después de lo que pasó en el examen de chuunin, a mi también me mosquea, bastante. Pero Shiona y Yui habían sido amigas desde la infancia... parte de esa amistad tiene que quedar ahí, ¿no? Y... y Shiona fue mi maestra. Ella siempre me dijo que había que intentar mantener la paz por encima de todo. Yo siempre pensé que a veces era demasiado cauta, pero ¿qué otra cosa nos piden los tiempos si no?
Hanabi suspiró.
»Además, Datsue. Mira esto. Después de esta carta, quiero ayudarla. Yui es capaz de ordenar que la busquen y le corten la cabeza. —Hanabi abrió el cajón del escritorio y sustrajo un pequeño trozo de papel que colocó en el escritorio, frente a Datsue—. Eri me lo trajo hace unos días. Es de Aotsuki Ayame.
La carta rezaba:
Excelentísimo Uzukage-sama:
En primer lugar me disculpo ante la presentación de esta carta y por no poder hacerle llegar este mensaje por otro método más digno de usted, pero la oportunidad que se me ha planteado ha sido tan imprevista que poco he podido hacer para remediarlo.
Habría sido mi deseo presentarme ante usted para poder hacer esto, pero, como sin duda comprenderá, la situación entre las aldeas no es la más favorable para hacerlo.
Quería disculparme, ante usted y ante toda Uzushiogakure. Fui una completa irresponsable y puse en riesgo la vida de centenares de personas por una idiotez. Y no sólo eso, además fragmenté un Pacto de Paz entre las tres grandes aldeas que tanto tiempo y esfuerzo ha costado forjar. Me presento ante usted con esta humilde carta y con mis más sinceras disculpas ante lo que provoqué asumo toda la responsabilidad de todo lo que ocurrió aquel día, como también doy las gracias a sus shinobi por haberme salvado la vida y haber cuidado de mi estado después de aquello.
En estos momentos mi único y sincero deseo es que la relación entre las tres aldeas pueda mejorar en un futuro próximo, y haré todo lo que esté en mi mano para que esto sea posible.
Me despido con mis más sentidos respetos.
Firmado:
Aotsuki Ayame
PD. Por favor, no la tome con Uzumaki Eri. Ella es una gran kunoichi y sólo ha actuado como intermediaria en este intercambio.
—Oh, de acuerdo, de acuerdo. Continúa, lo siento —cedió Hanabi sin ningún tipo de problema.
Verá, como decía, Kokuo nos aseguró que se negaba a estar bajo sus órdenes. Que, por increíble que le parezca, él prefería vivir en paz. Sí —dijo, intercambiando miradas con Katsudon y Hanabi—. Todo muy surrealista. Justo después le toqué un poco las narices y me apuntó con una mano. Creo que iba a lanzarme el mismo rayo que en el examen Chunin. Así que… bueno, hicimos una retirada táctica. —Vamos, que huyeron con el rabo entre las piernas—. Luego yo envié un clon tras el Gobi. Mi objetivo era colocarle un Sello de Rastreo para que pudiésemos localizarle. Por desgracia, en cuanto mi clon hizo contacto, el Gobi huyó con un Kawarimi. Según pude rastrear, se dirigía hacia el País del Rayo… o la Espiral.
»Y creo que eso es todo.
«Vaya, vaya, "señor Hanabi, señor Hanabi, el Gobi podría venir hacia aquí". Muy tranquilizador. Al final sí que es verdad que te lo vas a cargar, ¡JIAJIAJIAJIA!»
—¿Vivir en paz? ¿Como quiso vivir en paz la última vez que apareció en el País de la Tormenta y se puso a asesinar a diestro y siniestro a todo el que encontraba en lugar de correr hacia las montañas del norte? Sí, muy creíble —replicó Hanabi, pero volvió a quedar unos segundos pensativo—. Aunque, la verdad, espero que sea cierto. Porque si se dirige hacia aquí, entonces tenemos más problemas todavía. Habrá que reforzar la seguridad.
»Bien, pues mucho me temo que esto lo cambia todo. Hay que formar una alianza contra esta fuerza de "Kurama". Si todo esto es cierto, estamos todos en peligro, quien sabe si incluso han sido ellos los que han destrozado la cabeza de Kouta para seguir enfrentando a nuestras dos aldeas.
»En fin. Después de lo que pasó en el examen de chuunin, a mi también me mosquea, bastante. Pero Shiona y Yui habían sido amigas desde la infancia... parte de esa amistad tiene que quedar ahí, ¿no? Y... y Shiona fue mi maestra. Ella siempre me dijo que había que intentar mantener la paz por encima de todo. Yo siempre pensé que a veces era demasiado cauta, pero ¿qué otra cosa nos piden los tiempos si no?
Hanabi suspiró.
»Además, Datsue. Mira esto. Después de esta carta, quiero ayudarla. Yui es capaz de ordenar que la busquen y le corten la cabeza. —Hanabi abrió el cajón del escritorio y sustrajo un pequeño trozo de papel que colocó en el escritorio, frente a Datsue—. Eri me lo trajo hace unos días. Es de Aotsuki Ayame.
La carta rezaba:
Excelentísimo Uzukage-sama:
En primer lugar me disculpo ante la presentación de esta carta y por no poder hacerle llegar este mensaje por otro método más digno de usted, pero la oportunidad que se me ha planteado ha sido tan imprevista que poco he podido hacer para remediarlo.
Habría sido mi deseo presentarme ante usted para poder hacer esto, pero, como sin duda comprenderá, la situación entre las aldeas no es la más favorable para hacerlo.
Quería disculparme, ante usted y ante toda Uzushiogakure. Fui una completa irresponsable y puse en riesgo la vida de centenares de personas por una idiotez. Y no sólo eso, además fragmenté un Pacto de Paz entre las tres grandes aldeas que tanto tiempo y esfuerzo ha costado forjar. Me presento ante usted con esta humilde carta y con mis más sinceras disculpas ante lo que provoqué asumo toda la responsabilidad de todo lo que ocurrió aquel día, como también doy las gracias a sus shinobi por haberme salvado la vida y haber cuidado de mi estado después de aquello.
En estos momentos mi único y sincero deseo es que la relación entre las tres aldeas pueda mejorar en un futuro próximo, y haré todo lo que esté en mi mano para que esto sea posible.
Me despido con mis más sentidos respetos.
Firmado:
Aotsuki Ayame
PD. Por favor, no la tome con Uzumaki Eri. Ella es una gran kunoichi y sólo ha actuado como intermediaria en este intercambio.