Las cosas, cómo deben ser

[Aburame Mei]

—Tranquila, sí fuese al revés trataría de informarte bien, ya me adaptaré...— expresé con una sonrisa mientras trataba e recordar las especificidades sobre el juego en barra y el juego en linea, cosa que a la final no había entendido muy bien.

—¿Cuantas desea señorita?— preguntó mientras enseñaba la caja con la distintas fichas multicolores.

—Me gustarían tres azules y cuatro rojas— pedí a la par que entregaba la cantidad de dinero, aunque no había visto a nadie más comprar fichas en ese momento, ¿se pagarían ahí mismo? Imaginaba que sí, y de lo contrario esperaba que no me estafasen. Tomé la fichas y las miré por un segundo, quería detallarlas bien, sin embargo, pude sentir la presión de múltiples miradas sobre mi, al parecer estaban esperando a que decidiera sí entrar en la ronda o no.

—Lo siento, apuesto por el siete — puse una ficha azul y una roja imitando a los demás, la única diferencia era que yo tenía menos fichas, aparentemente. A la final me había decantado por uno de las sugerencias de Kokona e ir por la linea de pase.

«Si gano podría recuperar un poco los gastos que he hecho» me dije contando con un poco de suerte, aunque con mi pobre apuesta no es que pudiera esperar mucho de ganancia.

Mientras el juego iniciaba tomé la iniciativa de mirar a todos los que nos encontrábamos en la mesa y, aparte de Kokona, noté una cara que sí recordaba —. Oye...— fijé mi mirada en él, quería estar segura —. Yo a ti te he visto— dije al enano con el tono de voz suficientemente alto como para que me escuchase.