20/12/2018, 23:30
¿Convertirse él en Kage? No sabía si reír o llorar ante semejante sugerencia. La mitad de la Villa le tenía miedo, o cierto rencor. Por no hablar del Consejo de Sabios, quienes, según había podido saber por el propio Hanabi, no le tenían en muy alta estima.
Aunque lo había pensado, claro que lo había pensado. Más de una vez, tenía que admitirlo. Él, junto a su Hermano, en una especia de diarquía. Algo inaudito e impensable, como todo sueño húmedo, pero hasta aquello lo veía más factible que coronarse Uzukage por cuenta propia.
No, aquello era imposible. Y cuanto antes empezase a ser realista, mejor.
—Nabi, tengo a media Villa en mi contra. ¿Uzukage yo? Ja… Ja… Ja. Además, la Villa quiere a Shionas. Quiere a Hanabis. A Eris —informó—. Quiere... —el rostro se le crispó—. Quiere poner la otra mejilla. Quiere callar, agachar la cabeza y asentir. ¡Lo que sea con tal de mantener la paz! ¡A cualquier puto precio! —exclamó con rabia—. Tú y yo no somos los ninjas adecuados para eso. Y lo sabes. No estamos hechos para dirigir esta Villa.
¿Qué se dejaba? Ah, sí. Negó con la cabeza.
—No es que quiera seguir las normas, joder. Es que me las están imponiendo. Después de las que he hecho, una tontería más y el que acaba en el calabozo soy yo —¿Y para qué? ¿Para no conseguir nada en absoluto, como le había venido pasando?—. ¿Paciencia de amejin, me dices? Tío, que a mí Keisuke me chivó lo que le habían hecho a Aiko hace ocho meses. Ocho jodidos meses. Doscientos treinta y seis días, para ser exactos. —En realidad lo había dicho un poco al azar, no llevaba la cuenta exacta—. Cinco mil seiscientas sesenta y cuatro horas —soltó, tras echar cuentas—. Y yo ya me olía que algo le había pasado desde tres meses antes. ¡Que va a hacer un año, joder! ¿¡Cuánta más paciencia he de tener!? ¿¡Cuánto más he de esperar!? ¿¡A que Yui muera de vieja!?
Aunque lo había pensado, claro que lo había pensado. Más de una vez, tenía que admitirlo. Él, junto a su Hermano, en una especia de diarquía. Algo inaudito e impensable, como todo sueño húmedo, pero hasta aquello lo veía más factible que coronarse Uzukage por cuenta propia.
No, aquello era imposible. Y cuanto antes empezase a ser realista, mejor.
—Nabi, tengo a media Villa en mi contra. ¿Uzukage yo? Ja… Ja… Ja. Además, la Villa quiere a Shionas. Quiere a Hanabis. A Eris —informó—. Quiere... —el rostro se le crispó—. Quiere poner la otra mejilla. Quiere callar, agachar la cabeza y asentir. ¡Lo que sea con tal de mantener la paz! ¡A cualquier puto precio! —exclamó con rabia—. Tú y yo no somos los ninjas adecuados para eso. Y lo sabes. No estamos hechos para dirigir esta Villa.
¿Qué se dejaba? Ah, sí. Negó con la cabeza.
—No es que quiera seguir las normas, joder. Es que me las están imponiendo. Después de las que he hecho, una tontería más y el que acaba en el calabozo soy yo —¿Y para qué? ¿Para no conseguir nada en absoluto, como le había venido pasando?—. ¿Paciencia de amejin, me dices? Tío, que a mí Keisuke me chivó lo que le habían hecho a Aiko hace ocho meses. Ocho jodidos meses. Doscientos treinta y seis días, para ser exactos. —En realidad lo había dicho un poco al azar, no llevaba la cuenta exacta—. Cinco mil seiscientas sesenta y cuatro horas —soltó, tras echar cuentas—. Y yo ya me olía que algo le había pasado desde tres meses antes. ¡Que va a hacer un año, joder! ¿¡Cuánta más paciencia he de tener!? ¿¡Cuánto más he de esperar!? ¿¡A que Yui muera de vieja!?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado