31/12/2018, 19:15
Aquella pregunta de Yui fue como una patada en la boca a su orgullo. Sí, Uzushiogakure secuestró a su hijo y a Ayame, sí, lo recordaba perfectamente. No obstante, había que saber cuándo depender incluso de un enemigo. Quizás, si tenían en cuenta que el mundo entero estaba ahora amenazado por el Kyuubi y sus Ocho Generales, podían conseguir que la Espiral les ayudase, aunque sólo fuese por estudiar la técnica de reversión del sello para utilizarla en su propio jinchuuriki, que sin duda estaría en el mismo peligro que Ayame.
No dijo nada, no obstante. Ahora le tocaba callar. Por todas las imprudencias cometidas.
Por eso, cuando Yui les despachó, Kiroe no dudó ni un sólo segundo en hacer una pequeña reverencia y pronunciar las palabras:
—Entendido, Arashikage-sama. —...y en darse la vuelta, de camino a la puerta del despacho.
No dijo nada, no obstante. Ahora le tocaba callar. Por todas las imprudencias cometidas.
Por eso, cuando Yui les despachó, Kiroe no dudó ni un sólo segundo en hacer una pequeña reverencia y pronunciar las palabras:
—Entendido, Arashikage-sama. —...y en darse la vuelta, de camino a la puerta del despacho.