6/01/2019, 18:17
Daruu chasqueó la lengua y miró a Kokuō de nuevo. Una vez más, con las manos debajo de la silla la acercó a los barrotes. Para hablar en voz baja.
—No, escucha... e-escucha. —Lo que estaba a punto de decir era una locura absurda que pondría en riesgo a toda la villa. Lo sabía. Pero el bijuu había demostrado ser nada más que un ente muy receloso de los humanos.
Tal vez, si escogía bien las palabras, las acciones, los ofrecimientos...
—Mira, no se trata se romper la jaula sino de... Mira. Se trata de... ¿no podríais compartir la libertad? ¿El cuerpo? Sé que no sería agradable del todo para nadie, pero estoy segura de que sabes que Ayame es buena chica, no quiere ningún mal. Mira, sólo tenemos que... —Se detuvo, de pronto—. Un momento. Ya van varias veces que me adviertes sobre Yui. ¿Acaso te estás preocupando por mí, Ko-ku-ō?
—No, escucha... e-escucha. —Lo que estaba a punto de decir era una locura absurda que pondría en riesgo a toda la villa. Lo sabía. Pero el bijuu había demostrado ser nada más que un ente muy receloso de los humanos.
Tal vez, si escogía bien las palabras, las acciones, los ofrecimientos...
—Mira, no se trata se romper la jaula sino de... Mira. Se trata de... ¿no podríais compartir la libertad? ¿El cuerpo? Sé que no sería agradable del todo para nadie, pero estoy segura de que sabes que Ayame es buena chica, no quiere ningún mal. Mira, sólo tenemos que... —Se detuvo, de pronto—. Un momento. Ya van varias veces que me adviertes sobre Yui. ¿Acaso te estás preocupando por mí, Ko-ku-ō?