7/01/2019, 00:59
En cuanto el Kaguya puso un pie en el primer escalón se percató en la alfombra y, más concretamente, en lo molesto que podría llegar a ser para él aquella peculiaridad que tenía con la que transmutaba de color con cada pisada que el genin daba sobre ellas, por lo que trató de subir las escaleras lo más rápido posible, de dos en dos.
«Veinticuatro escalones.»
Sin saber por qué había decidido contar los escalones, quizá todo fuera por un exceso de cautela que le llevaba a intentar tener todo lo más atado posible.
Cuando llegó al piso superior se percató de la belleza del techo de la mansión, que parecía tratarse de una construcción religiosa o algo por el estilo. Allí, en la planta superior pudo ver como se le abrían dos posibles caminos y, sin más tiempo que perder decidió tomar el camino de la derecha, aunque aún le seguía mosqueando aquella alfombra y sus cambios de tonalidad.
«Veinticuatro escalones.»
Sin saber por qué había decidido contar los escalones, quizá todo fuera por un exceso de cautela que le llevaba a intentar tener todo lo más atado posible.
Cuando llegó al piso superior se percató de la belleza del techo de la mansión, que parecía tratarse de una construcción religiosa o algo por el estilo. Allí, en la planta superior pudo ver como se le abrían dos posibles caminos y, sin más tiempo que perder decidió tomar el camino de la derecha, aunque aún le seguía mosqueando aquella alfombra y sus cambios de tonalidad.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»