10/10/2015, 15:06
Las palabras de Blame resonaron en su cabeza. y se introdujeron en ella, sin que el chico lo hubiese pedido.
"Tarde o temprano..." - repitió para si mismo.
Sus palabras le habían dejado pensativo. No quería ser como él, pero... por otra parte, se le veía tan seguro de si mismo, tan despreocupado. No parecía estar fingiendo, ni estar sufriendo por dentro, como sería lo más normal.
Las siguientes palabras de Blame le dejaron aún más pasmado. Nadie le esperaba, no tenía prisa, no tenía a nadie. Y no parecía importarle...
- Oh... Vaya....Lo siento... - balbuceó, aun más sorprendido - Bueno... yo no tengo nada que hacer, puedo intentar ayudarte, si quieres....
Se arrepintió de haberlo dicho al instante. Se había puesto nervioso, y no sabía como salir. Ni si quiera tenía idea de donde estaban las malditas tiendas. Pero quería saber más acerca de aquel extraño... y no tenía otra cosa que hacer. Su hermana solía tardar todo el día con sus malditas cosas. Luego sería peor, pero le daba igual.
Le sorprendió que el peliblanco le avisase de que iba a pasar a la carne. Se lo había terminado en muy poco tiempo...
- Vale... - contestó, tratando de no parecer sorprendido, como siempre - Si que tenías hambre...
Blame pasó a atacar la carne asada, salvajemente. Mordía y mordía... En fin, que era alguien demasiado raro. Juro siguió apaciblemente con su bol de ramen, sin prisa. Intuía que estaría un buen rato ahí...
"Tarde o temprano..." - repitió para si mismo.
Sus palabras le habían dejado pensativo. No quería ser como él, pero... por otra parte, se le veía tan seguro de si mismo, tan despreocupado. No parecía estar fingiendo, ni estar sufriendo por dentro, como sería lo más normal.
Las siguientes palabras de Blame le dejaron aún más pasmado. Nadie le esperaba, no tenía prisa, no tenía a nadie. Y no parecía importarle...
- Oh... Vaya....Lo siento... - balbuceó, aun más sorprendido - Bueno... yo no tengo nada que hacer, puedo intentar ayudarte, si quieres....
Se arrepintió de haberlo dicho al instante. Se había puesto nervioso, y no sabía como salir. Ni si quiera tenía idea de donde estaban las malditas tiendas. Pero quería saber más acerca de aquel extraño... y no tenía otra cosa que hacer. Su hermana solía tardar todo el día con sus malditas cosas. Luego sería peor, pero le daba igual.
Le sorprendió que el peliblanco le avisase de que iba a pasar a la carne. Se lo había terminado en muy poco tiempo...
- Vale... - contestó, tratando de no parecer sorprendido, como siempre - Si que tenías hambre...
Blame pasó a atacar la carne asada, salvajemente. Mordía y mordía... En fin, que era alguien demasiado raro. Juro siguió apaciblemente con su bol de ramen, sin prisa. Intuía que estaría un buen rato ahí...