10/01/2019, 13:11
Un bijuu, confundido. Un bijuu, que necesitaba pensar. Si hacía dos semanas le hubieran contado esto a Daruu, se hubiera echado a reír. "¡Qué clase de barbaridad dices, hijoputa!", habría contestado. En Oonindo, los bijuu eran monstruos peligrosos. Ahora tenía más información. Quizás estaba empezando a comprender que los monstruos no conocen de especie.
Tampoco es que Kokuo le hubiese cambiado la mentalidad de la noche a la mañana. Estaba seguro de que ella era un caso excepcional. Seguramente algunos de sus Hermanos no fueran tan educados.
—¿En cual de las dos casas? —rio Daruu—. En la mía, ya te lo he dicho. Y en la tuya, no tengo ni idea. No he visto mucho a Kori-sensei últimamente.
»Y a él no le he contado nada, como comprenderás. No quiero arriesgarme. Dices que vino, ¿cómo fue el tono de la conversación?
Tampoco es que Kokuo le hubiese cambiado la mentalidad de la noche a la mañana. Estaba seguro de que ella era un caso excepcional. Seguramente algunos de sus Hermanos no fueran tan educados.
—¿En cual de las dos casas? —rio Daruu—. En la mía, ya te lo he dicho. Y en la tuya, no tengo ni idea. No he visto mucho a Kori-sensei últimamente.
»Y a él no le he contado nada, como comprenderás. No quiero arriesgarme. Dices que vino, ¿cómo fue el tono de la conversación?