12/01/2019, 19:09
Para sorpresa de NADIE, Juro defendió el pacto con Amegakure. Ni me molesté en contestarle, para eso tenía siempre a alguien con más tetas o más carisma que yo al lado. Y para ligera sorpresa, Datsue, el negativo, el llorón, el pesimista, el abatido, el derrotado, el abandonado, el inamovible, no le dio la razón, si no que le rebatió su argumento cual Datsue, el Intrépido.
—Respóndeme a algo, Juro. ¿Dónde estaban todos esos ninjas de rango alto de Amegakure en mi combate contra Ayame? Ellos, que debían saber que Ayame era jinchuuriki, ¿dónde estaban cuando se descontroló? ¿Dónde estaban cuando me lanzó una bijuudama a la cara y al resto del estadio? Yo te lo diré, Juro: más perdidos que un k-ku KUSEÑO EN COMBATE
Claro que sí, joder. Ahí estaba el verdadero dios de la guerra uzunés, de la guerra verbal, porque le costaba más ponerse ofensivo que a un kuseño, justo como se estaba demostrando.
—Les necesitamos nosotros a ellos, ¿o ellos a nosotros? En serio, chicos. ¿Ocho generales? ¡Ni que estuviésemos hablando de un puto ejército! ¡Qué son ocho, joder! ¿De verdad no confiáis en que dos Villas potentes como las nuestras no puedan encargarse de ocho piltrafillas y un bijuu?
— Obviamente, es Amegakure la que necesita de nosotros. Si lo que le han hecho a Ayame se puede revertir, seguramente necesitaran la ayuda de todos los expertos en Fuinjutsu que puedan encontrar. Y vaya, ¿qué villa tendrá más Uzumakis que Cerezos? Y para detener al bijuu más de lo mismo. Ellos tienen a Ayame, que está claro que no sabe ni sumar dos y dos sin perder el control. Perdió el control discutiendo conmigo, y despues combatiendo. Si no puede ni discutir ni combatir, ¿cómo la vas a dejar ir contra una sociedad basada en invertir jinchurikis?
Joder, si es que tan agresivos que son y tan inutiles que son a la hora de pelear, casi habían sido más guerrilleros los kuseños. Los amenios, sorpresa sorpresa, se habían matado entre ellos en vez de hacer algo productivo para su villa. Porque matarse entre ellos sí que era productivo, para nosotros. Menos amenios, más felicidad global.
— De momento, vosotros sois los mejores jinchurikis, los únicos en los que creo que podamos confiar. Lo cual sí, es un poco triste, porque tampoco es que seais, bueno, impresionantes ni nada. Sois normalitos tirando a mediocres. Pero al menos manteneis al bicho a ralla. Si Ayame sigue liandola no serán ocho colgados y un bijuu, serán nueve colgados, una villa y dos bijuus lo que tendremos que enfrentar. Y ahí sí que se liaría parda.
—Respóndeme a algo, Juro. ¿Dónde estaban todos esos ninjas de rango alto de Amegakure en mi combate contra Ayame? Ellos, que debían saber que Ayame era jinchuuriki, ¿dónde estaban cuando se descontroló? ¿Dónde estaban cuando me lanzó una bijuudama a la cara y al resto del estadio? Yo te lo diré, Juro: más perdidos que un k-ku KUSEÑO EN COMBATE
Claro que sí, joder. Ahí estaba el verdadero dios de la guerra uzunés, de la guerra verbal, porque le costaba más ponerse ofensivo que a un kuseño, justo como se estaba demostrando.
—Les necesitamos nosotros a ellos, ¿o ellos a nosotros? En serio, chicos. ¿Ocho generales? ¡Ni que estuviésemos hablando de un puto ejército! ¡Qué son ocho, joder! ¿De verdad no confiáis en que dos Villas potentes como las nuestras no puedan encargarse de ocho piltrafillas y un bijuu?
— Obviamente, es Amegakure la que necesita de nosotros. Si lo que le han hecho a Ayame se puede revertir, seguramente necesitaran la ayuda de todos los expertos en Fuinjutsu que puedan encontrar. Y vaya, ¿qué villa tendrá más Uzumakis que Cerezos? Y para detener al bijuu más de lo mismo. Ellos tienen a Ayame, que está claro que no sabe ni sumar dos y dos sin perder el control. Perdió el control discutiendo conmigo, y despues combatiendo. Si no puede ni discutir ni combatir, ¿cómo la vas a dejar ir contra una sociedad basada en invertir jinchurikis?
Joder, si es que tan agresivos que son y tan inutiles que son a la hora de pelear, casi habían sido más guerrilleros los kuseños. Los amenios, sorpresa sorpresa, se habían matado entre ellos en vez de hacer algo productivo para su villa. Porque matarse entre ellos sí que era productivo, para nosotros. Menos amenios, más felicidad global.
— De momento, vosotros sois los mejores jinchurikis, los únicos en los que creo que podamos confiar. Lo cual sí, es un poco triste, porque tampoco es que seais, bueno, impresionantes ni nada. Sois normalitos tirando a mediocres. Pero al menos manteneis al bicho a ralla. Si Ayame sigue liandola no serán ocho colgados y un bijuu, serán nueve colgados, una villa y dos bijuus lo que tendremos que enfrentar. Y ahí sí que se liaría parda.
—Nabi—