13/01/2019, 19:21
—¿¡Qué!? —gritó Daruu, levantándose y mirando a la puerta. Un sinfín de oscuras intenciones se dibujó en su rostro, unos segundos antes de que decidiera marcharse a toda prisa dando pisotones.
—¡Y no voy a dejar de visitaros por mucho que digas! —dijo unos tres cuartos de hora después, cuando volvió a los calabozos con media cara hinchada y el labio partido.
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—¡Y no voy a dejar de visitaros por mucho que digas! —dijo unos tres cuartos de hora después, cuando volvió a los calabozos con media cara hinchada y el labio partido.