13/01/2019, 23:44
— Están bloqueando el paso comercial — continuó Juro —. No podemos dejar esto así.
— Lo sabemos. Llevamos más de dos horas así, y no logramos nada. Las malditas ruedas... — murmuró la mujer, apurada.
— ¿Usted no sabrá algo de mecánica? — preguntó el hombre.
— Sé algo — admitió Juro. Él sabía reparar y arreglar marionetas, pero el resto de herramientas tampoco le eran desconocidas. Quizá pudiera ayudar —. Pero nunca he tratado con... algo tan grande.
— Se lo suplico, shinobi-san.
— Bueno...
Juro observó las ruedas, y se acercó. En ningun momento bajó la guardia. No se fiaba de ellos, aunque tenía toda la pinta de que eran mercaderes. Pero a veces, las apariencias engañaban. Por eso mismo, no quería que le pillaran con los pantalones bajados.
Se agachó y empezó a observar las ruedas, con un ojo puesto en la mujer y el hombre.
Mientras Kazuma observaba, podría ver a su sensei acercandose al carro de los mercaderes. Si continuaba en su posición, sin embargo, terminaría por perderle de vista, por detrás del carro.
Sin embargo, algo llamaría su atención: al lado del camino había vegetación. En esa zona de arbustos y árboles, vería movimiento. Casi imperceptible. Había algo ahí. Se situaba justo detrás del carro, por lo que ni Juro ni el hombre ni la mujer podrían verlo.
— Lo sabemos. Llevamos más de dos horas así, y no logramos nada. Las malditas ruedas... — murmuró la mujer, apurada.
— ¿Usted no sabrá algo de mecánica? — preguntó el hombre.
— Sé algo — admitió Juro. Él sabía reparar y arreglar marionetas, pero el resto de herramientas tampoco le eran desconocidas. Quizá pudiera ayudar —. Pero nunca he tratado con... algo tan grande.
— Se lo suplico, shinobi-san.
— Bueno...
Juro observó las ruedas, y se acercó. En ningun momento bajó la guardia. No se fiaba de ellos, aunque tenía toda la pinta de que eran mercaderes. Pero a veces, las apariencias engañaban. Por eso mismo, no quería que le pillaran con los pantalones bajados.
Se agachó y empezó a observar las ruedas, con un ojo puesto en la mujer y el hombre.
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Mientras Kazuma observaba, podría ver a su sensei acercandose al carro de los mercaderes. Si continuaba en su posición, sin embargo, terminaría por perderle de vista, por detrás del carro.
Sin embargo, algo llamaría su atención: al lado del camino había vegetación. En esa zona de arbustos y árboles, vería movimiento. Casi imperceptible. Había algo ahí. Se situaba justo detrás del carro, por lo que ni Juro ni el hombre ni la mujer podrían verlo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60