22/01/2019, 00:49
Tensos como un huevo en una feria de la batidora, los chicos continuaban dando todo de sí para encontrar la hierba que tenían por encargo. Tras haber olisqueado el espécimen, sendos Inuzuka intentaron encontrar algún rastro de la susodicha, pero no tuvieron demasiado éxito en ello. La hierba, o bien estaba a leguas de la zona que exploraban, o bien estaba demasiado camuflada entre los mil y un olores del bosque de setas. De hecho, por un momento hasta le pareció a Etsu que había un fino rastro de tocino. TOCINO. ¿¡TOCINO!?
El rastas buscó a su hermano con la mirada, y éste ya tenía la boca chorreando de babas. Si, sin duda ese olor también había llegado a la nariz de Akane. Fue entonces que Etsu lanzó su índice hacia su hermano, con una mirada iracunda, llena de determinación.0
—NI —pausa intencionada —SE —de nuevo pausa para los anuncios —TE —si, otra pausa, ¿por qué no? —OCURRA.
Su sentencia había sido clara, muy clara.
—Tenemos una misión entre manos, y es la prioridad absoluta. Después te compraré todo el tocino y todas las mierdas que quieras, pero lo primero es lo primero. ¿Vale?
Akane no respondió, no hacía falta. El trato era mas que justo, y sabía que tras una misión terminada con éxito, su hermano no faltaría a su palabra. Cada cuál tenía sus objetivos. Teniendo eso claro, podían dar comienzo de nuevo a la caza de las malditas plantas. Akane, el más inteligente del dúo, recordó a Etsu que debían ir casi hasta la ciudad de Tane-Shigai, en las cercanías era donde podían encontrar la planta.
—Diablos, tienes razón...
No había tiempo que perder, de nuevo levantaron la carrera, dirección a la ciudadela. Estaba claro que por el camino irían rastreando, como bueno sabuesos. Pero en cierto momento, Etsu cayó en algo... tan solo tenían una bolsa, y con un poco de suerte encontraban mas de las necesarias, o incluso de otras especies que necesitaban. Eso podría ser un verdadero fastidio, pues no tenían método de tomarlas, no al menos sin riesgo a perder los especímenes.
Pero bueno, ya se preocuparía mas tarde de ese asunto. De momento, lo primordial era encontrar las difíciles.
El rastas buscó a su hermano con la mirada, y éste ya tenía la boca chorreando de babas. Si, sin duda ese olor también había llegado a la nariz de Akane. Fue entonces que Etsu lanzó su índice hacia su hermano, con una mirada iracunda, llena de determinación.0
—NI —pausa intencionada —SE —de nuevo pausa para los anuncios —TE —si, otra pausa, ¿por qué no? —OCURRA.
Su sentencia había sido clara, muy clara.
—Tenemos una misión entre manos, y es la prioridad absoluta. Después te compraré todo el tocino y todas las mierdas que quieras, pero lo primero es lo primero. ¿Vale?
Akane no respondió, no hacía falta. El trato era mas que justo, y sabía que tras una misión terminada con éxito, su hermano no faltaría a su palabra. Cada cuál tenía sus objetivos. Teniendo eso claro, podían dar comienzo de nuevo a la caza de las malditas plantas. Akane, el más inteligente del dúo, recordó a Etsu que debían ir casi hasta la ciudad de Tane-Shigai, en las cercanías era donde podían encontrar la planta.
—Diablos, tienes razón...
No había tiempo que perder, de nuevo levantaron la carrera, dirección a la ciudadela. Estaba claro que por el camino irían rastreando, como bueno sabuesos. Pero en cierto momento, Etsu cayó en algo... tan solo tenían una bolsa, y con un poco de suerte encontraban mas de las necesarias, o incluso de otras especies que necesitaban. Eso podría ser un verdadero fastidio, pues no tenían método de tomarlas, no al menos sin riesgo a perder los especímenes.
Pero bueno, ya se preocuparía mas tarde de ese asunto. De momento, lo primordial era encontrar las difíciles.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~