27/01/2019, 23:12
Las lecciones, a veces no pueden enseñártelas de buena manera. Por mucho que escuches consejos, que entrenes para mejorar, la experiencia es algo que sólo el tiempo te lo puede dar. Un shinobi no podía darse el lujo de ser ignorante; cosa que por desgracia, de eso el Yotsuki tenía bastante. No era su culpa ser joven, no era su culpa ser inexperto, pero la vida no toma en consideración estas cosas, no señor.
¿Gritar? O no le dio tiempo, o quizás el sonido de la explosión lo ahogó, quién sabe.
Cayó al suelo por sobre su costado derecho. Donde debía haber color piel, sólo quedaba rojo. Por una vez en la vida, se arrepintió de su coraje, de tener las fuerzas para seguir en guerra. En esos momentos desearía no estar consciente para no tener que sentir aquel ardor, aquel dolor. Un agudo y agorero lamento, seguido de un apretón de dientes tan fuerte, que sentía que iba a romperse. Lágrimas discurrían por sus ojos, pero se negaba a abrirlos. Se hacía una idea de lo que había pasado, pero no quería ver para corroborarlo. Ahí, tirado en el suelo de aquel bosque, pataleó de la desesperación, intentando calmar inútilmente su agonía. Apenas si pudo encogerse sobre sí, sin saber a ciencia cierta si sentía los brazos o no.
Era un animal herido, un lobo caído en desgracia... Pero uno que entendía que las consecuencias de sus acciones. Su único miedo, el quizás; el de no poder enmendar los errores.
Vida
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Chakra
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¿Gritar? O no le dio tiempo, o quizás el sonido de la explosión lo ahogó, quién sabe.
Cayó al suelo por sobre su costado derecho. Donde debía haber color piel, sólo quedaba rojo. Por una vez en la vida, se arrepintió de su coraje, de tener las fuerzas para seguir en guerra. En esos momentos desearía no estar consciente para no tener que sentir aquel ardor, aquel dolor. Un agudo y agorero lamento, seguido de un apretón de dientes tan fuerte, que sentía que iba a romperse. Lágrimas discurrían por sus ojos, pero se negaba a abrirlos. Se hacía una idea de lo que había pasado, pero no quería ver para corroborarlo. Ahí, tirado en el suelo de aquel bosque, pataleó de la desesperación, intentando calmar inútilmente su agonía. Apenas si pudo encogerse sobre sí, sin saber a ciencia cierta si sentía los brazos o no.
Era un animal herido, un lobo caído en desgracia... Pero uno que entendía que las consecuencias de sus acciones. Su único miedo, el quizás; el de no poder enmendar los errores.
Estado de Rōga
Vida
20/150
-100
–Chakra
150/150
+20
–