3/02/2019, 01:25
Kurozuchi abandonó el asiento y echó una última mirada soslaya al genin. Lucía derrotado, en cuerpo y espíritu, y aquello no lo entendía. ¿Su primera gran derrota, y ya iba a rendirse? los verdaderos amejines no tiraban la toalla tan fácilmente. Un verdadero amejin se haría más fuerte, a tal punto de obligar al destino a darle esa segunda oportunidad de enfrentar a su némesis. Podía llamarse Kaido, podía llamarse como muchos nombres.
Lo importante era poder derrotarlos.
—Partimos a primera hora. Trata de dormir y deja que las hierbas hagan efecto.
Finalmente, abandonó la cabaña y dejó al ninja en soledad para que afrontara sus propios demonios. Para que se convenciera a sí mismo de que un nuevo día era lo único que necesitaba para seguir su camino del ninja. Si lo lograba, Kurozuchi ya meditaba una forma de recompensarlo.
Lo importante era poder derrotarlos.
—Partimos a primera hora. Trata de dormir y deja que las hierbas hagan efecto.
Finalmente, abandonó la cabaña y dejó al ninja en soledad para que afrontara sus propios demonios. Para que se convenciera a sí mismo de que un nuevo día era lo único que necesitaba para seguir su camino del ninja. Si lo lograba, Kurozuchi ya meditaba una forma de recompensarlo.