3/02/2019, 02:05
—Ti-tiene razón, Kazuma-san. Pa… Pacientes, pacientes. Y caminar, sí. —dijo con suavidad mientras asentía y se llevaba el puño al mentón.
Kazuma se sintió un poco mal por aquel golpe al ánimo de su compañera, pero aquellos reveses y limitaciones eran algo cotidiano en las misiones. En aquel momento se le hacía presente aquella anónima frase que aseguraba los problemas eran parte constante de los deberes.
Los jóvenes se movían a través del bosque, esperando que la inevitabilidad del azar les llevara a encontrar un claro. En cierto momento un movimiento extraño entre los arboles capturo su atención. Kazuma se detuvo y observo los alrededores, como buscando algún otro ruido.
—¿Qué es eso? —pregunto al no poder escuchar bien.
Kazuma se sintió un poco mal por aquel golpe al ánimo de su compañera, pero aquellos reveses y limitaciones eran algo cotidiano en las misiones. En aquel momento se le hacía presente aquella anónima frase que aseguraba los problemas eran parte constante de los deberes.
Los jóvenes se movían a través del bosque, esperando que la inevitabilidad del azar les llevara a encontrar un claro. En cierto momento un movimiento extraño entre los arboles capturo su atención. Kazuma se detuvo y observo los alrededores, como buscando algún otro ruido.
—¿Qué es eso? —pregunto al no poder escuchar bien.