11/02/2019, 16:38
—Lo siento mucho, Zetsuo-san —Daruu se disculpó de inmediato, y después sonrió—: me alegro mucho de que Ayame haya vuelto. Espero que lo paséis bien, seguro que estáis deseando celebrarlo como es debido —se despidió, y entonces se giró hacia Ayame y apoyó la mano sobre su hombro—. Bueno, ya nos veremos. Salid por ahí a comer algo, pasáoslo bien, ¿eh?
Ayame hundió los hombros, con un ligero mohín. Se sentía estúpida por sentir aquella pena, después de todo eran vecinos, no tenía más que coger el ascensor para verle de nuevo si lo deseaba. Sin embargo, después de haber estado tanto tiempo sola, privada de su presencia, ahora aquella separación se le convertía en un camino cuesta arriba.
Pero se obligó a esbozar una sonrisa.
—Está bien. ¡Ya hablaremos, Daruu-kun!
Prefería no decir nada del viaje por el momento. Su regreso seguía demasiado caliente como para plantear siquiera la posibilidad de salir de la aldea. Mejor dejar ese asunto para más tarde... cuando los ánimos estuviesen más fríos.
—Y dile a tu madre que la próxima vez que venga de esa manera la sacaré de una patada por la jodida ventana —gruñó Zetsuo, y la muchacha soltó una risilla.
Ayame hundió los hombros, con un ligero mohín. Se sentía estúpida por sentir aquella pena, después de todo eran vecinos, no tenía más que coger el ascensor para verle de nuevo si lo deseaba. Sin embargo, después de haber estado tanto tiempo sola, privada de su presencia, ahora aquella separación se le convertía en un camino cuesta arriba.
Pero se obligó a esbozar una sonrisa.
—Está bien. ¡Ya hablaremos, Daruu-kun!
Prefería no decir nada del viaje por el momento. Su regreso seguía demasiado caliente como para plantear siquiera la posibilidad de salir de la aldea. Mejor dejar ese asunto para más tarde... cuando los ánimos estuviesen más fríos.
—Y dile a tu madre que la próxima vez que venga de esa manera la sacaré de una patada por la jodida ventana —gruñó Zetsuo, y la muchacha soltó una risilla.