26/02/2019, 20:14
—Claro, ¿has comido algo? No te vaya a dar un vahído como la última vez.
Eri se esperó algo como: Vete a acompañar a tu amiga la amenia, o no sé si me hablas a mí o a la persona que tengo al lado, pero no se esperó tal contestación por su parte. Sin embargo poco a poco fue recobrando tanto la compostura, como el hombro de su yukata medio caído y comprendió lo que había dicho Nabi.
—No me dio ningún vahído, y hoy tengo hambre —se defendió la chica, alzando el mentón con cierta dignidad—. Así que vamos a comer, carne a poder ser.
Y se colocó a su lado, esperando a que la guiase a algún lugar para poder llevarse algo a la boca.
Eri se esperó algo como: Vete a acompañar a tu amiga la amenia, o no sé si me hablas a mí o a la persona que tengo al lado, pero no se esperó tal contestación por su parte. Sin embargo poco a poco fue recobrando tanto la compostura, como el hombro de su yukata medio caído y comprendió lo que había dicho Nabi.
—No me dio ningún vahído, y hoy tengo hambre —se defendió la chica, alzando el mentón con cierta dignidad—. Así que vamos a comer, carne a poder ser.
Y se colocó a su lado, esperando a que la guiase a algún lugar para poder llevarse algo a la boca.