1/03/2019, 23:56
—Coincido que tienen que ser bastante duros para hacerse con Ayame de esa manera —afirmó—. No sé del todo qué estarán haciendo los Kage al respecto, pero sinceramente... Espero que podamos preveer lo siguiente y estar preparados, si algo ocurriese a... —pero se contuvo, quizá no era momento de mentar a Datsue como Jinchuuriki, aunque ella supiese que Juro era uno de ellos—. Es decir, creo que lo mejor es proteger a aquellos que nos importan y estar alerta.
Daruu levantó una ceja. Pese a que Eri lo había disimulado bastante bien, no se le había escapado qué era lo que quería decir realmente. Pero la dejó continuar.
—Aunque me alegro que podamos volver a intentar llevarnos bien, la verdad es que... Bueno, he discutido bastante con gente de mi villa por esta razón, y sinceramente estaba ya cansada de todos estos roces entre villas. —Admitió, encogiéndose de hombros.
—Y yo te lo agradezco, la verdad, aunque no deberías enfrentarte a tus compañeros. No necesitamos divisiones internas ahora mismo, y lo último que queremos es que en Uzu vuelva a levantarse otro Zoku —contestó Daruu. Cerró los ojos y se peinó el pelo con las manos. Fue inútil; las puntas de su cabello saltaron de nuevo como un muelle y se colocaron donde indebidamente residían de forma natural—. Supongo que uno de esos con los que discutiste sería Uchiha Datsue. Ese cabronazo.
»Ya sabes lo que opino de él, y eso no va a cambiar. —Daruu se encogió de hombros—. Pero yo tampoco quiero que le pase nada. Por mucha rabia que me de, es muy poderoso. Estratégicamente hablando, a la Alianza le conviene que ese poder siga de nuestra parte... y no de la suya —terminó, refiriéndose a Kurama.
Daruu levantó una ceja. Pese a que Eri lo había disimulado bastante bien, no se le había escapado qué era lo que quería decir realmente. Pero la dejó continuar.
—Aunque me alegro que podamos volver a intentar llevarnos bien, la verdad es que... Bueno, he discutido bastante con gente de mi villa por esta razón, y sinceramente estaba ya cansada de todos estos roces entre villas. —Admitió, encogiéndose de hombros.
—Y yo te lo agradezco, la verdad, aunque no deberías enfrentarte a tus compañeros. No necesitamos divisiones internas ahora mismo, y lo último que queremos es que en Uzu vuelva a levantarse otro Zoku —contestó Daruu. Cerró los ojos y se peinó el pelo con las manos. Fue inútil; las puntas de su cabello saltaron de nuevo como un muelle y se colocaron donde indebidamente residían de forma natural—. Supongo que uno de esos con los que discutiste sería Uchiha Datsue. Ese cabronazo.
»Ya sabes lo que opino de él, y eso no va a cambiar. —Daruu se encogió de hombros—. Pero yo tampoco quiero que le pase nada. Por mucha rabia que me de, es muy poderoso. Estratégicamente hablando, a la Alianza le conviene que ese poder siga de nuestra parte... y no de la suya —terminó, refiriéndose a Kurama.