18/03/2019, 17:12
La técnica de Daruu avanzó hacia Samidare e impactó de lleno contra él. El muchacho, pese a tambalearse renqueando, siguió avanzando hacia él. Débilmente, volvió a llevar el encuentro sus dedos para formular sellos. Daruu formuló un sello con una mano y antepuso el brazo hacia adelante. De pronto, de la manga del chuunin fue liberado un mango vacío, y a su vez, de dicho mango negro la hoja de una espada. La espada con la que había bloqueado el shuriken del muchacho al inicio del combate. El filo chisporroteó con la furia de Raijin.
Daruu movió la espada en un arco, partiendo la técnica de Samidare por la mitad; los dos pedazos, dos saetas eléctricas silbantes, recorrieron unos metros y chocaron contra sendas rocas tras él. Samidare saltó para patearle, pero Daruu giró su cuerpo y dio un salto hacia atrás, esquivando el golpe.
—Ya basta, Samidare —dijo Daruu. Sonrió—. Ya he visto suficiente.
Daruu movió la espada en un arco, partiendo la técnica de Samidare por la mitad; los dos pedazos, dos saetas eléctricas silbantes, recorrieron unos metros y chocaron contra sendas rocas tras él. Samidare saltó para patearle, pero Daruu giró su cuerpo y dio un salto hacia atrás, esquivando el golpe.
—Ya basta, Samidare —dijo Daruu. Sonrió—. Ya he visto suficiente.