22/03/2019, 00:23
Observo con atención como la kunoichi descendía cuidadosamente, mientras que él se mantenía al borde del acantilado. Ver a Ranko bajando de forma tan decidida reafirmaba su sospecha de que la timidez era una clase de miedo especial, una emoción que no estaba directamente ligada a un temor racional. Aquello le pareció una linda combinación, valiente y tímida, lo suficiente como para hacerle sonreír; aunque el vértigo y la fuerte brisa disiparon rápidamente su gesto.
—¿Hola, Etsu-san, como te fue? —preguntaría casualmente mientras viera acercarse al shinobi y a su perro camarada.
—¿Hola, Etsu-san, como te fue? —preguntaría casualmente mientras viera acercarse al shinobi y a su perro camarada.