27/03/2019, 14:40
— Genial, yo me quedaré aquí vigilando que nadie nos robe la antorcha... Llévate a Kumopansa, para que te cubra las espaldas de ser necesario
Pude percibir el descontento en la mirada del arácnido, pero esta no rechisto. Sabia bien cual sería mi respuesta de hacerlo. Así que ambos salieron de la cueva y fueron a buscar entre los árboles de alguna que otra rama caída que poder usar para encender la dichosa hoguera con la que calentarnos durante la noche y poder comer algo calentito.
El animal, al contrario de lo que haría conmigo, no se subió a la chepa del Senju, sino que caminaba por la hierba y cuando Geki se acuclillaba para coger la madera que se iba encontrando, esta se posaba en los troncos de los árboles cotejando que no había peligros cercanos.
Todo parecía ir como esperaban hasta que un sospechoso silbido los sorprendió por la espalda...
— ¡Agachate!
El aviso de Kumopansa estaba bien infundado, un kunai volaba en dirección a la espalda del gennin y si no hacia nada por remediarlo, acabaría clavándose en su hombro. Detrás de entre los arboles surgieron dos figuras adultas, una masculina y una femenina, ambos sujetando un kunai con su mano, jugando con la anilla del arma, dandole vueltas con una sueva y sutil movimiento de su respectivo dedo índice.
Pude percibir el descontento en la mirada del arácnido, pero esta no rechisto. Sabia bien cual sería mi respuesta de hacerlo. Así que ambos salieron de la cueva y fueron a buscar entre los árboles de alguna que otra rama caída que poder usar para encender la dichosa hoguera con la que calentarnos durante la noche y poder comer algo calentito.
El animal, al contrario de lo que haría conmigo, no se subió a la chepa del Senju, sino que caminaba por la hierba y cuando Geki se acuclillaba para coger la madera que se iba encontrando, esta se posaba en los troncos de los árboles cotejando que no había peligros cercanos.
Todo parecía ir como esperaban hasta que un sospechoso silbido los sorprendió por la espalda...
— ¡Agachate!
El aviso de Kumopansa estaba bien infundado, un kunai volaba en dirección a la espalda del gennin y si no hacia nada por remediarlo, acabaría clavándose en su hombro. Detrás de entre los arboles surgieron dos figuras adultas, una masculina y una femenina, ambos sujetando un kunai con su mano, jugando con la anilla del arma, dandole vueltas con una sueva y sutil movimiento de su respectivo dedo índice.
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa