El chico de pelo rubio casi blanco se encontraba de viaje por el país, buscando maneras de perfeccionar su entrenamiento, o eso había dicho para poder librarse de sus "captores", la verdad es que desde hace mucho tiempo el chico no quería seguir entrenando, al menos no tanto, pues no veía un objetivo claro detrás de tanto ejercicio, al fin y al cabo el estaba adiestrado para matar y a no sentir remordimientos por ello y para ser así debía entrenar, seguramente no le gustaba por eso, pero en cualquier caso también le habían enseñado a que no se hiciese esas preguntas, pues no llevaban a ninguna parte.
Estaba cerca de Yukio, a unos diez minutos de camino, había pensado en pasar allí la noche, pues la lluvia le había pillado de pleno y necesitaba algún lugar seco en el que poder refugiarse, no le gustaba ir mojado, aunque su ropa fuese impermeable le resultaba bastante incomodo el ir así. A lo lejos vio a un hombre, parecía una especie de peregrino, pues iba con una túnica y un sombrero, la verdad es que era una pinta bastante peculiar, decidió acercarse para preguntarle cuanto tiempo quedaba para llegar a Yukio, puesto que estaba cansado de tanto viajar y si quedaba demasiado pasaría la noche en algún lugar mas cercano e iría a la ciudad por la mañana.
Cuando se encontró lo bastante cerca de el se coloco en frente y le indico que parase con la mano, la verdad es que podía parecer algo extraño la manera que uso para dirigirse a el, pero no sabia de otra.
- Disculpe...¿Sabe cuanto queda para llegar a Yukio?
Estaba cerca de Yukio, a unos diez minutos de camino, había pensado en pasar allí la noche, pues la lluvia le había pillado de pleno y necesitaba algún lugar seco en el que poder refugiarse, no le gustaba ir mojado, aunque su ropa fuese impermeable le resultaba bastante incomodo el ir así. A lo lejos vio a un hombre, parecía una especie de peregrino, pues iba con una túnica y un sombrero, la verdad es que era una pinta bastante peculiar, decidió acercarse para preguntarle cuanto tiempo quedaba para llegar a Yukio, puesto que estaba cansado de tanto viajar y si quedaba demasiado pasaría la noche en algún lugar mas cercano e iría a la ciudad por la mañana.
Cuando se encontró lo bastante cerca de el se coloco en frente y le indico que parase con la mano, la verdad es que podía parecer algo extraño la manera que uso para dirigirse a el, pero no sabia de otra.
- Disculpe...¿Sabe cuanto queda para llegar a Yukio?