10/04/2019, 20:50
*Debo evitar a toda costa que le corten el paso a Kumopansa* Reflexionó mientras la araña buscaba un lugar para colarse.
Geki escuchó las palabras de la mujer y aunque tenía los ojos fijos en ella no le prestó mucha atención, su cabeza estaba ida, en trance, totalmente concentrada en la estratagema que utilizarían para que el arácnido cumpliera el objetivo.
Así que ahora debía pasar por encima de la mujer para concentrarse en el hombre, el verdadero objetivo que obstruía el camino. Pero tampoco podía ignorarla a ella, que si se descuidaba podía causarle un daño letal
*Mierda* Atacar al hombre sería más difícil con su retaguardia cubierta. Lanzar un kunai quedaba descartado porque lo bloquearía y un ataque tampoco sería muy eficaz, simplemente lo esquivarían, re tomarían posiciones y estaríamos en la misma situación.
A Geki se le pasó varias veces ir él mismo hacia la cueva, pero no iba a dejar a Kumopansa sola, alguien que había decidido acompañarlo en esta prueba. No le iban quedando muchas alternativas. Intentaría de momento neutralizarlos.
Si tan solo tuviera un ataque efectivo que no representara una amenaza como para que se movieran.
Dió un paso atrás, tomó dos shurikens de su porta objetos y miró detenidamente a los malhechores. Luego los lanzó con toda su fuerza, pero estos no salieron rectos sino que se desviaron un poco de su objetivo hacia arriba dejando una estela brillosa en su camino.
—¡Suiton, Mizuame Nabara! Gritó prácticamente al segundo de soltar las estrellas de metal.
Escupiendo una masa de agua intentando atinar en los enemigos con la intención de pegar sus pies al piso, por lo menos por un instante. AO1
Geki escuchó las palabras de la mujer y aunque tenía los ojos fijos en ella no le prestó mucha atención, su cabeza estaba ida, en trance, totalmente concentrada en la estratagema que utilizarían para que el arácnido cumpliera el objetivo.
Así que ahora debía pasar por encima de la mujer para concentrarse en el hombre, el verdadero objetivo que obstruía el camino. Pero tampoco podía ignorarla a ella, que si se descuidaba podía causarle un daño letal
*Mierda* Atacar al hombre sería más difícil con su retaguardia cubierta. Lanzar un kunai quedaba descartado porque lo bloquearía y un ataque tampoco sería muy eficaz, simplemente lo esquivarían, re tomarían posiciones y estaríamos en la misma situación.
A Geki se le pasó varias veces ir él mismo hacia la cueva, pero no iba a dejar a Kumopansa sola, alguien que había decidido acompañarlo en esta prueba. No le iban quedando muchas alternativas. Intentaría de momento neutralizarlos.
Si tan solo tuviera un ataque efectivo que no representara una amenaza como para que se movieran.
Dió un paso atrás, tomó dos shurikens de su porta objetos y miró detenidamente a los malhechores. Luego los lanzó con toda su fuerza, pero estos no salieron rectos sino que se desviaron un poco de su objetivo hacia arriba dejando una estela brillosa en su camino.
—¡Suiton, Mizuame Nabara! Gritó prácticamente al segundo de soltar las estrellas de metal.
Escupiendo una masa de agua intentando atinar en los enemigos con la intención de pegar sus pies al piso, por lo menos por un instante. AO1