11/04/2019, 16:53
—Estás imitando la voz real de Asobu, no la voz falsa cuando está en su papel. En serio, eso es de novatos—. carcajeó restándole importancia.
—Yo, yo... debo irme— Mano Cortada retrocedió sin quitarle los ojos de encima al tuerto, y luego estando ya a un par de metros se echó a correr.
—¡Gracias por traerme, que te vaya bien!— se despidió agitando la mano, aunque no le viese.
Se giró entonces, y puso cara de perrito decepcionado. Había que decirlo, era un tipo raro. Tenía más edad que Asobu, al menos eso aparentaba. Quizás tendría entre 26 o 28 si querías ir adivinando, aunque su actitud era peor que la de un puberto. Quizás diera la impresión de no ser un mal tipo, y eso es porque, en efecto, no lo era. Pero cuando alguien está bajo las órdenes equivocadas, no hay una moral que valga.
—Awwwn, ¿ni siquiera me vas a invitar un café?— frunció el ceño. —Además, quiero ver a Asobu. ¿Acaso está escondido esperando para apuñalarme por la espalda?— volteó buscando por la calle. —Ese pajarito es muy rencoroso— Suspiró y negó con la cabeza.
Sopesó dos opciones por las cuáles no se comunicó con él: Una, logró de alguna manera hablar y encontrar un cómplice. La segunda, imposible, inverosímil, increíble. Que fuese vencido.
—Yo, yo... debo irme— Mano Cortada retrocedió sin quitarle los ojos de encima al tuerto, y luego estando ya a un par de metros se echó a correr.
—¡Gracias por traerme, que te vaya bien!— se despidió agitando la mano, aunque no le viese.
Se giró entonces, y puso cara de perrito decepcionado. Había que decirlo, era un tipo raro. Tenía más edad que Asobu, al menos eso aparentaba. Quizás tendría entre 26 o 28 si querías ir adivinando, aunque su actitud era peor que la de un puberto. Quizás diera la impresión de no ser un mal tipo, y eso es porque, en efecto, no lo era. Pero cuando alguien está bajo las órdenes equivocadas, no hay una moral que valga.
—Awwwn, ¿ni siquiera me vas a invitar un café?— frunció el ceño. —Además, quiero ver a Asobu. ¿Acaso está escondido esperando para apuñalarme por la espalda?— volteó buscando por la calle. —Ese pajarito es muy rencoroso— Suspiró y negó con la cabeza.
Sopesó dos opciones por las cuáles no se comunicó con él: Una, logró de alguna manera hablar y encontrar un cómplice. La segunda, imposible, inverosímil, increíble. Que fuese vencido.