29/10/2015, 00:09
Conforme el par continuaba hablando, la conversación se dirigió hacia un punto de no retorno. Evidentemente, Juro parecía haberle calado, pero el albino no era tan tonto como para responder una burrada. Sabía que normalmente la gente no era de compartir su opinión, y el de Uzu no tenía porqué ser distinto. Su pregunta había sido directa y rotunda, dejándola caer suavemente sobre una sabana de indiscreción, casi reseñando una posible tragedia en la vida del Senju y como respuesta a ésta una perdida de la "humanidad".
«Vaya...»
El peliblanco dejó caer su sonrisa levemente, acompañando el gesto peinándose hacia detrás esa media melena estropeada. Tras ello, clavó el codo sobre la mesa, y dejó caer parte de su peso corporal sobre éste, dejando la cabeza en su mayor parte apoyada en la mano.
—¿Sabes? A veces la mejor manera de ser humano, es dejar de serlo. Normalmente las personas tienden a hacer daño por mero placer, como si estuviese en nuestro ADN... Está bien recordar que tenemos ese propósito en la vida, dañar a otros, pero a veces es mejor nadar contra la corriente y luchar contra esos impulsos tan primarios... He llegado a acostumbrarme a quitar vidas, pero que lo haga sin pestañear no significa que me agrade. Lo ideal sería que pudiésemos vivir en armonía...— Argumentó el peliblanco. —Y si... sobrellevar una tragedia a veces te hace ser consciente de la realidad, y casi convertirte en un monstruo... por suerte, no todos caen en un abismo sin salida.—
Evidentemente, con esas últimas palabras se refería a sí mismo. No había caído en un abismo de odio injustificado a la humanidad. Los odiaba, pero con razón. Lejos de querer quemarlos y matarlos a todos, había decidido salvarlos... ¿Acaso había persona sobre la faz de la tierra mas compasiva?
«Vaya...»
El peliblanco dejó caer su sonrisa levemente, acompañando el gesto peinándose hacia detrás esa media melena estropeada. Tras ello, clavó el codo sobre la mesa, y dejó caer parte de su peso corporal sobre éste, dejando la cabeza en su mayor parte apoyada en la mano.
—¿Sabes? A veces la mejor manera de ser humano, es dejar de serlo. Normalmente las personas tienden a hacer daño por mero placer, como si estuviese en nuestro ADN... Está bien recordar que tenemos ese propósito en la vida, dañar a otros, pero a veces es mejor nadar contra la corriente y luchar contra esos impulsos tan primarios... He llegado a acostumbrarme a quitar vidas, pero que lo haga sin pestañear no significa que me agrade. Lo ideal sería que pudiésemos vivir en armonía...— Argumentó el peliblanco. —Y si... sobrellevar una tragedia a veces te hace ser consciente de la realidad, y casi convertirte en un monstruo... por suerte, no todos caen en un abismo sin salida.—
Evidentemente, con esas últimas palabras se refería a sí mismo. No había caído en un abismo de odio injustificado a la humanidad. Los odiaba, pero con razón. Lejos de querer quemarlos y matarlos a todos, había decidido salvarlos... ¿Acaso había persona sobre la faz de la tierra mas compasiva?