11/04/2019, 21:40
*Es rápida* Pensó el muchacho mientras terminaba de escupir lo último de la técnica y seguía con su vista a la adversaria. El plan había funcionado, en su mayoría, de seguro Kumponsa ya estaba en camino a la cueva. Intentó ubircarla con la mirada en un paneo rápido de ojos pero no pudo, en la noche eso resultaba difícil y con el peso de que ahora tenía que concentrarse en el combate con la mujer complicaba las cosas un poco más. Pero confiaba en la araña.
— Tú, shinobi... Me has hinchado demasiado el coño ya. Acabaré contigo rápidamente...
Geki clavó los ojos en la muchacha que se lanzó a correr hacia él. Tenía la respiración apresurada, siendo que la técnica le había costado poco chakra realizarla. Pero todavía tenía un As para ganar algo de tiempo.
Apretando fuerte los hilos que estaban atados a los shurikens anteriormente lanzados, Geki, jaló de los mismos y esta vez las estrellas dejaron atrás una estela brillosa que dibujó una parábola corta y re dirigió su vuelo hacia atrás, en dirección de la espalda de la mujer.
Pero esta fue más hábil, aunque el genin dio un salto atrás para salir del camino de los shurikens, no pudo evitar que le hicieran un corte con el kunai y luego recibió una patada que lo dejaría de rodillas en el suelo.
— Aggg — Se quejó mientras se tomaba la ingle, tosió ahogado, por el mismo dolor que intentaba escapar de su cuerpo pero no encontraba salida por la garganta.
Tenía el pecho caliente, asustado se inclinó, pasó su mano derecha por la zona, lo sentía aceitado pero el ardor lo obligó a quitarla. Volvió su mano delante de sí, sólo para comprobar que estaba bañada en sangre. Tenía un corte y su camiseta blanca comenzaba a ponerse de color carmesí. El calor en el pecho se transformó en todo ardor.
Maldición estaba herido, e intentó alejarse lo más que pudo de la mujer.
— Tú, shinobi... Me has hinchado demasiado el coño ya. Acabaré contigo rápidamente...
Geki clavó los ojos en la muchacha que se lanzó a correr hacia él. Tenía la respiración apresurada, siendo que la técnica le había costado poco chakra realizarla. Pero todavía tenía un As para ganar algo de tiempo.
Apretando fuerte los hilos que estaban atados a los shurikens anteriormente lanzados, Geki, jaló de los mismos y esta vez las estrellas dejaron atrás una estela brillosa que dibujó una parábola corta y re dirigió su vuelo hacia atrás, en dirección de la espalda de la mujer.
Pero esta fue más hábil, aunque el genin dio un salto atrás para salir del camino de los shurikens, no pudo evitar que le hicieran un corte con el kunai y luego recibió una patada que lo dejaría de rodillas en el suelo.
— Aggg — Se quejó mientras se tomaba la ingle, tosió ahogado, por el mismo dolor que intentaba escapar de su cuerpo pero no encontraba salida por la garganta.
Tenía el pecho caliente, asustado se inclinó, pasó su mano derecha por la zona, lo sentía aceitado pero el ardor lo obligó a quitarla. Volvió su mano delante de sí, sólo para comprobar que estaba bañada en sangre. Tenía un corte y su camiseta blanca comenzaba a ponerse de color carmesí. El calor en el pecho se transformó en todo ardor.
Maldición estaba herido, e intentó alejarse lo más que pudo de la mujer.