12/04/2019, 19:13
*¿Escapar?*
El ninja volvió su cara hacia la dirección del ladrón, pero esta vez apretaba la nariz con los dedos de la mano. Por alguna razón tenía el ceño fruncido, pero no por enojo, era de ese ceño que se pone al intentar leer letras demasiado pequeñas. Pero el ladrón ya no estaba ahí. Había desaparecido, así como por suerte desaparecía el aroma horrendo del aire.
Giró la cabeza hacia Etsu, este se levantaba poco a poco, mientras maldecía, escupía y hablaba a la vez.
¿Vienes? Yo al menos no pienso perdonar ese comportamiento... seguro que no somos los primeros a los que roba...
Claro que iría, pero no sabía discernir en cuál de los comportamiento era el imperdonable, si robarle a la gente o llevarla al borde de la muerte con semejantes flatulencias. En ese momento, con el ladron lejos Geki ya se calmó un poco, distendió y se cruzó de brazos, una posición cómoda para él. Pero en el momento justo cuando iba a contestar al Inuzuka vio otra escena desagradable que le revolvió el estómago de nuevo.
*Cómo puede olfatear eso, este quiere conocer la cara de dios* el genin volvió la mano de nuevo a la nariz e hizo una arcada silenciosa. Era como usar abrigo en verano, un acto sin necesidad.
—Claro que te acompaño, aparte, tengo que pagarle la comida a ese señor — Señalo con el dedo pulgar hacia sus espaldas, donde se encontraba el restaurant y empezó a caminar hacia delante —Ya vengo viejo — Le soltó mientras se iba.
—¿Por tus marcas eres Inuzuka no? — Rezó en su mente que el verle olfatear no fuera un fetiche —¿Cómo te llamas?
El ninja volvió su cara hacia la dirección del ladrón, pero esta vez apretaba la nariz con los dedos de la mano. Por alguna razón tenía el ceño fruncido, pero no por enojo, era de ese ceño que se pone al intentar leer letras demasiado pequeñas. Pero el ladrón ya no estaba ahí. Había desaparecido, así como por suerte desaparecía el aroma horrendo del aire.
Giró la cabeza hacia Etsu, este se levantaba poco a poco, mientras maldecía, escupía y hablaba a la vez.
¿Vienes? Yo al menos no pienso perdonar ese comportamiento... seguro que no somos los primeros a los que roba...
Claro que iría, pero no sabía discernir en cuál de los comportamiento era el imperdonable, si robarle a la gente o llevarla al borde de la muerte con semejantes flatulencias. En ese momento, con el ladron lejos Geki ya se calmó un poco, distendió y se cruzó de brazos, una posición cómoda para él. Pero en el momento justo cuando iba a contestar al Inuzuka vio otra escena desagradable que le revolvió el estómago de nuevo.
*Cómo puede olfatear eso, este quiere conocer la cara de dios* el genin volvió la mano de nuevo a la nariz e hizo una arcada silenciosa. Era como usar abrigo en verano, un acto sin necesidad.
—Claro que te acompaño, aparte, tengo que pagarle la comida a ese señor — Señalo con el dedo pulgar hacia sus espaldas, donde se encontraba el restaurant y empezó a caminar hacia delante —Ya vengo viejo — Le soltó mientras se iba.
—¿Por tus marcas eres Inuzuka no? — Rezó en su mente que el verle olfatear no fuera un fetiche —¿Cómo te llamas?