19/04/2019, 10:27
El Senju entendió las cosas tras mi aviso. Había esperanza, no todo era orchata, aún quedaba algo de sangre en sus venas. Se le vio con una creciente decisión y parecía dispuesto a coger el toro por los cuernos. Ni siquiera las provocaciones de su rival le hizo caer en el error. Geki tenía un plan y lo llevaría a cabo. Hasta el final. Con todas sus consecuencias.
— Oye, tío, ¿qué diablos va sa hacer? ¿eh? Anda no hagas gilipolleces
Pero el gennin no escuchaba nada ni nadie. Se había plantado frente a su rival que estaba a punto de liberarse.
— Mierda, Yota, haz algo, joder. Sólo es un niño...
— Cuanto antes aprenda la dureza de la vida de un ninja, mucho mejor. Relájate y disfruta del espectaculo, Kumopansa
La primera muerte. La primera de las muchas vidas que uno quitaba para sobrevivir o para cumplir con el juramento de proteger su aldea. No era agradable dar muerte, obviamente. Pero cuanto antes entendiese aquellas cosas el joven Senju, mucho mejor.
La cadena de sellos estaba realizada.
— ¡PUDRETE EN EL INFIERNO MALDITO NINJA HIJO DE PERRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Si tan solo hubiese dudado unos instantes más. Si hubiese caído en las provocaciones del aquel malnacido. Entonces las cosas se hubiesen puesto feas. Pero Geki actuó con suma profesionalidad. Incluso me hizo sentir orgulloso del chaval. Tenía madera. Huelga decir que aquel balazo de agua le golpeó con la dureza con la que golpea un tsunami. El simple golpe a bocajarro le arrancó la miserable vida y dejo su cuerpo, tullido, sobre la hierba y bajo el regazo de los árboles.
Puse mi mano sobre el hombro del chico.
«Joder, un día necesito aprender la mierda esta de los suitones»
— Bien hecho, Geki. Ahora volvamos a la cueva porque... ¿cogisteis la madera?
— Oye, tío, ¿qué diablos va sa hacer? ¿eh? Anda no hagas gilipolleces
Pero el gennin no escuchaba nada ni nadie. Se había plantado frente a su rival que estaba a punto de liberarse.
— Mierda, Yota, haz algo, joder. Sólo es un niño...
— Cuanto antes aprenda la dureza de la vida de un ninja, mucho mejor. Relájate y disfruta del espectaculo, Kumopansa
La primera muerte. La primera de las muchas vidas que uno quitaba para sobrevivir o para cumplir con el juramento de proteger su aldea. No era agradable dar muerte, obviamente. Pero cuanto antes entendiese aquellas cosas el joven Senju, mucho mejor.
La cadena de sellos estaba realizada.
— ¡PUDRETE EN EL INFIERNO MALDITO NINJA HIJO DE PERRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Si tan solo hubiese dudado unos instantes más. Si hubiese caído en las provocaciones del aquel malnacido. Entonces las cosas se hubiesen puesto feas. Pero Geki actuó con suma profesionalidad. Incluso me hizo sentir orgulloso del chaval. Tenía madera. Huelga decir que aquel balazo de agua le golpeó con la dureza con la que golpea un tsunami. El simple golpe a bocajarro le arrancó la miserable vida y dejo su cuerpo, tullido, sobre la hierba y bajo el regazo de los árboles.
Puse mi mano sobre el hombro del chico.
«Joder, un día necesito aprender la mierda esta de los suitones»
— Bien hecho, Geki. Ahora volvamos a la cueva porque... ¿cogisteis la madera?
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa