29/04/2019, 20:07
Geki apretaba los dientes mientras escuchaba a Yota y temblaba, aunque no lo percibía del todo bien. Continuaba observando la antorcha mientras la bola de sentimientos que tenía acumulados dentro hacía hervor por salir.
"— Geki-san, esto forma parte de nuestras vidas, debes entenderlo. La muerte es nuestra compañera de viaje nos guste o no y vamos a tener que dar muerte si no queremos morir nosotros o la gente que nos importa — Fuiste valiente allí fuera, y actuaste adecuadamente, deberías sentirte orgulloso"
*Tss... ¿Orgulloso?* Se repetía mientras que esta vez bajó la mirada y observó sus manos, notó el temblor que estas tenían y las apretó en forma de puño. Pero el enfado no era con Yota o por todo lo que había pasado. El enojo era con uno mismo, por haber dado tan poco, de tener que haber quitado la vida de alguien por pura debilidad, por el precio de la necesidad. Bajó la cabeza
"— ¿Tienes hambre?"
—¿Orgulloso? Preguntó mientras sacudía la cabeza y la subía dirigiendo la mirada a Yota. Una risotada nerviosa se les escapó entre los dientes —¿ORGULLOSO DICES? — Le levantó la voz
Había perdido los estribos, todos los sentidos de orientación, ya no sabía en dónde estaba, pero aquel manojo de nervios se le había subido a la cabeza. Se paró de forma brusca mirando al otro genin, el corazón le latía a mil. Buscaba respuestas, quizá respuestas que no tenía.
— ¿ORGULLOSO DE ASESINAR GENTE? OH CLARO QUE LO ESTOY, ORGULLOSO DE SER UN ASESINO — Empezó a caminar hacia Yota fuera de sus cabales mientras gesticulaba con los brazos —¡CLARO! QUÉ GRAN IDEA, ASESINAR GENTE PARA SALVAR GENTE, SUENA MUY LÓGICO. NO HICIMOS MÁS DE LO QUE HACE CUALQUIER ANIMAL ARRINCONADO ¿NO TE PARECE?
Hasta que estuvo a tres pasos del moreno.
— Si los ninjas estamos para proteger a los demás — Dijo en un tono más sereno conteniendo las lágrimas de rabia, aunque le abrillantaban los ojos — ¿Por qué debEMOS QUITAR VIDAS? ¿EN NOMBRE DE QUIÉN? ¿DEL MORIKAGE? ¿DE UNA VILLA?
La respiración se le había acelerado, tanto que se podía escuchar fácilmente su inspiración. La noche lo había agotado y los gritos terminado con el poco oxigeno que tenía su cuerpo.
— ¡CONTÉSTAME! — increpó al otro mientras daba una patada en uno de los troncos que había quedado en el suelo. Este salió volando lejos de aquellos dos, mientras Geki aún mantenía la mirada clavada en Yota.
Sólo se pudo escuchar, a una distancia media corta, el rebote de la madera contra la piedra haciendo eco, en la oscura cueva.
"— Geki-san, esto forma parte de nuestras vidas, debes entenderlo. La muerte es nuestra compañera de viaje nos guste o no y vamos a tener que dar muerte si no queremos morir nosotros o la gente que nos importa — Fuiste valiente allí fuera, y actuaste adecuadamente, deberías sentirte orgulloso"
*Tss... ¿Orgulloso?* Se repetía mientras que esta vez bajó la mirada y observó sus manos, notó el temblor que estas tenían y las apretó en forma de puño. Pero el enfado no era con Yota o por todo lo que había pasado. El enojo era con uno mismo, por haber dado tan poco, de tener que haber quitado la vida de alguien por pura debilidad, por el precio de la necesidad. Bajó la cabeza
"— ¿Tienes hambre?"
—¿Orgulloso? Preguntó mientras sacudía la cabeza y la subía dirigiendo la mirada a Yota. Una risotada nerviosa se les escapó entre los dientes —¿ORGULLOSO DICES? — Le levantó la voz
Había perdido los estribos, todos los sentidos de orientación, ya no sabía en dónde estaba, pero aquel manojo de nervios se le había subido a la cabeza. Se paró de forma brusca mirando al otro genin, el corazón le latía a mil. Buscaba respuestas, quizá respuestas que no tenía.
— ¿ORGULLOSO DE ASESINAR GENTE? OH CLARO QUE LO ESTOY, ORGULLOSO DE SER UN ASESINO — Empezó a caminar hacia Yota fuera de sus cabales mientras gesticulaba con los brazos —¡CLARO! QUÉ GRAN IDEA, ASESINAR GENTE PARA SALVAR GENTE, SUENA MUY LÓGICO. NO HICIMOS MÁS DE LO QUE HACE CUALQUIER ANIMAL ARRINCONADO ¿NO TE PARECE?
Hasta que estuvo a tres pasos del moreno.
— Si los ninjas estamos para proteger a los demás — Dijo en un tono más sereno conteniendo las lágrimas de rabia, aunque le abrillantaban los ojos — ¿Por qué debEMOS QUITAR VIDAS? ¿EN NOMBRE DE QUIÉN? ¿DEL MORIKAGE? ¿DE UNA VILLA?
La respiración se le había acelerado, tanto que se podía escuchar fácilmente su inspiración. La noche lo había agotado y los gritos terminado con el poco oxigeno que tenía su cuerpo.
— ¡CONTÉSTAME! — increpó al otro mientras daba una patada en uno de los troncos que había quedado en el suelo. Este salió volando lejos de aquellos dos, mientras Geki aún mantenía la mirada clavada en Yota.
Sólo se pudo escuchar, a una distancia media corta, el rebote de la madera contra la piedra haciendo eco, en la oscura cueva.