4/11/2015, 00:21
La Hyūga parecía el tipo de persona incapaz de mentir pero Noemi por lo menos no estaba completamente segura de ello por lo que simplemente prefirió seguir como si nada sospechara para verificar las verdaderas intenciones de la chica. Es cierto, había afirmado ya un par de veces que parecía ser una novata, pero no quitaba el hecho de que tal vez se encontraba frente a una kunoichi de lo más experimentada y que sabía mentir y actuar extremadamente bien.
Las marcas del rostro ajeno seguían siendo algo de lo más llamativo y fue por eso que la rubia no pudo contenerse y terminó preguntando al respecto. La respuesta fue de lo más llamativa, en si sabía que existían personas que nacían con algunas marcas algo particulares como lo podían ser los lunares pero nunca pensó que alguien nacería con marcas similares a la de los tigres que para colmo que esas cosas recordaba haberlas leído de libros de historias ficticias. - Así que... Todo tu cuerpo... - Susurró más para si misma mientras bajaba la mirada en un intento por divisar algo más pero se vio imposibilitada gracias a la vestimenta de la chica, a excepción de las piernas por debajo de las rodillas donde se podía apreciar algunas líneas negras.
~ Así que en todo su cuerpo... ~ Seguía pensando mientras ignoraba casi que por completo a la joven que parecía haberse visto afectada hasta cierto punto por culpa de la medida del busto de Noemi. De todas maneras, la diferencia de edades entre ambas era bastante obvia por lo que cabía la posibilidad de que en unos años la albina superase aquella medida, aunque siendo una kunoichi podría llegar a afectarla negativamente.
Mientras la kunoichi de Taki seguía armando posibles explicaciones y formulando preguntas en su cabeza respecto de las marcas, la joven de Uzushio rompió el silencio para preguntar acerca de la aldea. Al final de cuentas, era algo completamente inevitable pero aquello no impidió que Sakamoto suspirara para luego responder. - Soy de Takigakure, tendrás que recordar el símbolo o alguno de mis compañeros podría verse ofendido. - Dijo la chica con una mirada fría en un intento por darle la idea a la jovensita que tenía delante de que la había ofendido de una manera u otra.
Las marcas del rostro ajeno seguían siendo algo de lo más llamativo y fue por eso que la rubia no pudo contenerse y terminó preguntando al respecto. La respuesta fue de lo más llamativa, en si sabía que existían personas que nacían con algunas marcas algo particulares como lo podían ser los lunares pero nunca pensó que alguien nacería con marcas similares a la de los tigres que para colmo que esas cosas recordaba haberlas leído de libros de historias ficticias. - Así que... Todo tu cuerpo... - Susurró más para si misma mientras bajaba la mirada en un intento por divisar algo más pero se vio imposibilitada gracias a la vestimenta de la chica, a excepción de las piernas por debajo de las rodillas donde se podía apreciar algunas líneas negras.
~ Así que en todo su cuerpo... ~ Seguía pensando mientras ignoraba casi que por completo a la joven que parecía haberse visto afectada hasta cierto punto por culpa de la medida del busto de Noemi. De todas maneras, la diferencia de edades entre ambas era bastante obvia por lo que cabía la posibilidad de que en unos años la albina superase aquella medida, aunque siendo una kunoichi podría llegar a afectarla negativamente.
Mientras la kunoichi de Taki seguía armando posibles explicaciones y formulando preguntas en su cabeza respecto de las marcas, la joven de Uzushio rompió el silencio para preguntar acerca de la aldea. Al final de cuentas, era algo completamente inevitable pero aquello no impidió que Sakamoto suspirara para luego responder. - Soy de Takigakure, tendrás que recordar el símbolo o alguno de mis compañeros podría verse ofendido. - Dijo la chica con una mirada fría en un intento por darle la idea a la jovensita que tenía delante de que la había ofendido de una manera u otra.