4/11/2015, 00:43
La cuestión para romper el hielo no fue la idónea, no le había sentado demasiado bien que no conociese a su aldea. Al fin y al cabo en el mundo ninja todos debían de conocer a sus potenciales oponentes, había olvidado esa parte que tantas veces le recalcaron desde que llegó a Uzushio. Por suerte, Noemi, no se lo tomó demasiado mal y se limito a suspirar un tanto molesta y a advertirle lo que ya le habían advertido antes: ten cuidado o podrías ofender a alguien.
—Lo siento, no quería ofenderte— se excuso la joven usando las manos —Disculpa mi ignorancia pero apenas llevó un par de semanas en Uzushio y aún me cuesta adaptarme a las constumbres shinobi— trató de excusarse la chica, que no quería que su interlocutora se sintiese insultada —Lo siento de verás— volvió a disculparse con una amplía reverencia
La joven recuperó la verticalidad, esperando que sus disculpas fuesen aceptadas pues se había disculpado de corazón.
—Tendré en cuenta tus consejos— añadió al final con una tímida sonrisa
Había tenido suerte de que su primer encuentro con alguien de otra villa hubiese sido con alguien como Noemi, la peliblanca podía haber tenido muchos problemas para tratar con gente más hostil. Apenas estaba adaptandose al estilo de vida ninja, el que habría de llevar durante los próximos años, y la verdad es que sentir la libertad estaba bien pero en el fondo era una vida muy peligrosa. No todo podían ser ventajas.
—La verdad es que he tenido suerte encontrandome contigo— reconoció la joven —Me alegro de haber venido hasta estás ruinas— la joven peliblanca dejó por primera vez su mirada perderse entre aquel mar de rocas gigantes, ahora se sentía bastante más tranquila y segura, por lo que aprovechó para tomar una visión global de aquel extraño lugar
—Lo siento, no quería ofenderte— se excuso la joven usando las manos —Disculpa mi ignorancia pero apenas llevó un par de semanas en Uzushio y aún me cuesta adaptarme a las constumbres shinobi— trató de excusarse la chica, que no quería que su interlocutora se sintiese insultada —Lo siento de verás— volvió a disculparse con una amplía reverencia
La joven recuperó la verticalidad, esperando que sus disculpas fuesen aceptadas pues se había disculpado de corazón.
—Tendré en cuenta tus consejos— añadió al final con una tímida sonrisa
Había tenido suerte de que su primer encuentro con alguien de otra villa hubiese sido con alguien como Noemi, la peliblanca podía haber tenido muchos problemas para tratar con gente más hostil. Apenas estaba adaptandose al estilo de vida ninja, el que habría de llevar durante los próximos años, y la verdad es que sentir la libertad estaba bien pero en el fondo era una vida muy peligrosa. No todo podían ser ventajas.
—La verdad es que he tenido suerte encontrandome contigo— reconoció la joven —Me alegro de haber venido hasta estás ruinas— la joven peliblanca dejó por primera vez su mirada perderse entre aquel mar de rocas gigantes, ahora se sentía bastante más tranquila y segura, por lo que aprovechó para tomar una visión global de aquel extraño lugar