8/05/2019, 20:49
En efecto, no podían depender de Shinjaka. Pero y Shinjaka, ¿de quién dependía ahora, con Soroku lejos? ¿la forja, a manos de quién pasaba? ¿iba a estar muerta de por vida, o sería su aprendiz de toda la vida quien tomara las raíces de la fragua, manteniendo vivo el recuerdo de Soroku-sama?
Nahana le miró con frustración por no tener una respuesta.
Y Urami... Urami siempre había querido escapar de esa vida. Nunca se sintió parte, en su totalidad, de los arraigos de su hermana y de su madre. Mucho menos de Soroku, a quien conocía como un amigo de la familia y no como lo que era: su padre. Por ello, Datsue pudo notar en ella ese semblante, el mismo con el que trató de convencerlo aquella noche, en su cuarto. Cuando Datsue la rechazó. La mirada soslaya de la bella joven decía: llévame contigo, no me dejes aquí. Escapémonos.
Aunque su boca nunca lo dijo. Todo se quedó en su cabeza como una fantasía inconcebible para los momentos tortuosos que estaban viviendo todos. Eso no quitaba que, quizás, era lo que su corazón deseaba.
—Si esos hijos de puta me quieren muerta, que vengan, yo les estaré esperando. Mientras tanto, queda esperar los resultados del viaje de mi hija y ver qué dice tu Kage.
Nahana le miró con frustración por no tener una respuesta.
Y Urami... Urami siempre había querido escapar de esa vida. Nunca se sintió parte, en su totalidad, de los arraigos de su hermana y de su madre. Mucho menos de Soroku, a quien conocía como un amigo de la familia y no como lo que era: su padre. Por ello, Datsue pudo notar en ella ese semblante, el mismo con el que trató de convencerlo aquella noche, en su cuarto. Cuando Datsue la rechazó. La mirada soslaya de la bella joven decía: llévame contigo, no me dejes aquí. Escapémonos.
Aunque su boca nunca lo dijo. Todo se quedó en su cabeza como una fantasía inconcebible para los momentos tortuosos que estaban viviendo todos. Eso no quitaba que, quizás, era lo que su corazón deseaba.
—Si esos hijos de puta me quieren muerta, que vengan, yo les estaré esperando. Mientras tanto, queda esperar los resultados del viaje de mi hija y ver qué dice tu Kage.