4/11/2015, 02:26
Antes de soltarla pudo sentir algo de resistencia por parte de la chica por lo que presionó más fuerte y a punto de entrar en pánico. ~ ¡QUIETA! ~ Chilló en su cabeza antes de darse cuenta que la fuerza se había desvanecido y parecía ser que la albina dejaría de hacer esas reverencias. O eso es lo que quería creer Noemi.
De cualquier manera, ya la había liberado y no quería hacerse la fama de chica histérica pese a que en cierta medida si lo era. - ¿Templo...? - Preguntó arqueando una ceja para luego soltar una ligera risa en un intento por aliviar un poco la tensión que estaba produciendo con su actuación. - ¿Puedes creer que nunca pisé un templo? -
Luego de aquel simple comentario Noemi se volteó dándole la espalda a la desconocida y se alejó unos pasos en la dirección por la que había venido. - Mira, poco me importa si la pasaste mal o no, después de todo gracias a lo que sea que hayas vivido es que sigues respirando. - Hizo una ligera pausa para tomar un mechón de su propio cabello y comenzar a trenzarlo. - Si no hubieses hecho alguna de las cosas que ya hiciste podría haberse dado el caso de que te encontraras hoy mismo con un bandido de verdad aquí. ¿Me equivoco...? -
La kunoichi de cabellos dorados siguió caminando hacia aquella formación rocosa en la que se había sentado momentos previos y de un par de saltos volvió a subirse a la misma sin siquiera molestarse en soltar la trenza recién hecha. El comentario de la joven albina la había hecho soltar una sonrisa la cual enseñó mirándole por encima de su hombro, estando aun de pie sobre la roca. - Al fin dices algo interesante... Hasta el momento te habías dedicado a pedir perdón o a aceptar lo que decía. - Dijo en un tono bastante cordial justo antes de sentarse sobre la roca nuevamente, la misma donde la paloma seguía deambulando por algún extraño motivo.
De cualquier manera, ya la había liberado y no quería hacerse la fama de chica histérica pese a que en cierta medida si lo era. - ¿Templo...? - Preguntó arqueando una ceja para luego soltar una ligera risa en un intento por aliviar un poco la tensión que estaba produciendo con su actuación. - ¿Puedes creer que nunca pisé un templo? -
Luego de aquel simple comentario Noemi se volteó dándole la espalda a la desconocida y se alejó unos pasos en la dirección por la que había venido. - Mira, poco me importa si la pasaste mal o no, después de todo gracias a lo que sea que hayas vivido es que sigues respirando. - Hizo una ligera pausa para tomar un mechón de su propio cabello y comenzar a trenzarlo. - Si no hubieses hecho alguna de las cosas que ya hiciste podría haberse dado el caso de que te encontraras hoy mismo con un bandido de verdad aquí. ¿Me equivoco...? -
La kunoichi de cabellos dorados siguió caminando hacia aquella formación rocosa en la que se había sentado momentos previos y de un par de saltos volvió a subirse a la misma sin siquiera molestarse en soltar la trenza recién hecha. El comentario de la joven albina la había hecho soltar una sonrisa la cual enseñó mirándole por encima de su hombro, estando aun de pie sobre la roca. - Al fin dices algo interesante... Hasta el momento te habías dedicado a pedir perdón o a aceptar lo que decía. - Dijo en un tono bastante cordial justo antes de sentarse sobre la roca nuevamente, la misma donde la paloma seguía deambulando por algún extraño motivo.