7/11/2015, 03:39
La sinceridad con la que había respondido la kunoichi de dorada cabellera no era habitual, por lo menos no en ella que solía exagerar o inventar para quedar mejor parada y aquello que dijo podría suponerle burlas de parte de muchas personas, o mismo ser subestimada como un simple rostro bonito. Si bien le gustaba aquello, no era lo que realmente le interesaba, quería conseguirse alguna cosa por mérito propio y su belleza había sido un regalo heredado de sus padres.
De cualquier manera, la reacción de la Hyuuga no había sido la que Noemi se esperaba, por el contrario, casi que la ignoró y pasó a prestarle más atención a aquella paloma que tenía entre manos y que parecía bastante a gusto con ella. ~ Palomas raras las de estos días... ~ Dijo para si misma mientras veía el ave de reojo mientras seguía cepillando su cabello.
Al final de todo, la kunoichi de Uzu terminó en cierta medida eludiendo la pregunta poniéndose en perfil filosófico, tomando ejemplos a partir del animal que tenía en mano y desviándose de una u otra manera pero al final, si se usaba un poco la cabeza se podría llegar a una simple conclusión. - Te dejas llevar por la corriente... - Sentenció la chica que seguía con su atención centrada en su propia cabellera.
No tenía muchas preguntas más para hacer, tampoco tenía demasiado interés en forjar una amistad con la albina justamente por el símbolo que cada una tenía grabado en su bandana lo cual significaba que algún día podría llegar a darse el caso de que tuviesen que matarse y no le agradaba la idea de tener que hacerlo con una amiga.
De cualquier manera, esa misma chica tomó la palabra comentando acerca de la paloma, un mensaje que explicaría el motivo por el que no escapa de ellas, aunque si vamos al caso tendría que ser un mensaje destinado para Sakamoto, después de todo fue a ella a quién 'atacó' o mejor dicho saludó.
—¿qué deberíamos hacer?—
Esa había sido la pregunta de la Hyuuga a la cual Noemi respondería sin dejar su cabello en paz. - Revísala, por algo se quedó aquí con nosotras. - Indicó la chica tras guardar el cepillo y comenzar a hacerse una trenzita con un mechón algo delgado.
De cualquier manera, la reacción de la Hyuuga no había sido la que Noemi se esperaba, por el contrario, casi que la ignoró y pasó a prestarle más atención a aquella paloma que tenía entre manos y que parecía bastante a gusto con ella. ~ Palomas raras las de estos días... ~ Dijo para si misma mientras veía el ave de reojo mientras seguía cepillando su cabello.
Al final de todo, la kunoichi de Uzu terminó en cierta medida eludiendo la pregunta poniéndose en perfil filosófico, tomando ejemplos a partir del animal que tenía en mano y desviándose de una u otra manera pero al final, si se usaba un poco la cabeza se podría llegar a una simple conclusión. - Te dejas llevar por la corriente... - Sentenció la chica que seguía con su atención centrada en su propia cabellera.
No tenía muchas preguntas más para hacer, tampoco tenía demasiado interés en forjar una amistad con la albina justamente por el símbolo que cada una tenía grabado en su bandana lo cual significaba que algún día podría llegar a darse el caso de que tuviesen que matarse y no le agradaba la idea de tener que hacerlo con una amiga.
De cualquier manera, esa misma chica tomó la palabra comentando acerca de la paloma, un mensaje que explicaría el motivo por el que no escapa de ellas, aunque si vamos al caso tendría que ser un mensaje destinado para Sakamoto, después de todo fue a ella a quién 'atacó' o mejor dicho saludó.
—¿qué deberíamos hacer?—
Esa había sido la pregunta de la Hyuuga a la cual Noemi respondería sin dejar su cabello en paz. - Revísala, por algo se quedó aquí con nosotras. - Indicó la chica tras guardar el cepillo y comenzar a hacerse una trenzita con un mechón algo delgado.