El Yotsuki simplemente abrió los ojos sorprendido ante la reprimenda de la Hozuki, aunque no era posible apreciar eso bajo sus oscuras gafas. "¿Acaso dije algo indebido? Por mucho que lo rebuscaba, no encontraba el error. "Si no quieren que sea proactivo y aporte algo más, pues no lo hago." Por instinto reclinó la espalda un poco hacia atrás ante los gritos, aunque le mantuvo siempre la mirada a Shanise. Según su punto de vista, no dijo nada malo. No estaba asustado, pero sí muy confundido y extrañado.
Sería un ninja, pero tenía once años. Era muy difícil matarle su clara inmadurez. De por sí los regaños siempre causaron un efecto psicológico inverso en él. Entre más golpizas y gritos recibía de Shishio, más irreverente y soberbio se volvía. Era por ello que decirle que actuara con profesionalidad era como pedirle al sol que no se escondiese en el horizonte.
—Entendido— Contestó un tanto alicaído cuando la del respirador volvió a una postura más normal.
Aunque, bajo su aspecto de irremediable pandillero, era un chico listo.
—¿Nos brindará la dirección exacta del local? En el pergamino no está indicada— Respondió a la orden de la kunoichi con toda serenidad.
Sabía como buscar el lugar por su cuenta, pero si debían llegar tan rápido cómo se les ordenó lo mejor era ir directamente sin perder el tiempo buscando o preguntándole a la gente. Era un chico diligente, que le ponía mucho corazón a sus acciones. Aunque no muchos estaban de acuerdo con su pasional actitud.
Ignoró a Galen en su pregunta, al menos al inicio ya que estaba más atento a Shanise.
—Hay una que me preocupa en especial, pero te lo comentaré de camino al local— Le diría luego al marionetista. No se sentía cómodo en presencia de la Hozuki.
Sería un ninja, pero tenía once años. Era muy difícil matarle su clara inmadurez. De por sí los regaños siempre causaron un efecto psicológico inverso en él. Entre más golpizas y gritos recibía de Shishio, más irreverente y soberbio se volvía. Era por ello que decirle que actuara con profesionalidad era como pedirle al sol que no se escondiese en el horizonte.
—Entendido— Contestó un tanto alicaído cuando la del respirador volvió a una postura más normal.
Aunque, bajo su aspecto de irremediable pandillero, era un chico listo.
—¿Nos brindará la dirección exacta del local? En el pergamino no está indicada— Respondió a la orden de la kunoichi con toda serenidad.
Sabía como buscar el lugar por su cuenta, pero si debían llegar tan rápido cómo se les ordenó lo mejor era ir directamente sin perder el tiempo buscando o preguntándole a la gente. Era un chico diligente, que le ponía mucho corazón a sus acciones. Aunque no muchos estaban de acuerdo con su pasional actitud.
Ignoró a Galen en su pregunta, al menos al inicio ya que estaba más atento a Shanise.
—Hay una que me preocupa en especial, pero te lo comentaré de camino al local— Le diría luego al marionetista. No se sentía cómodo en presencia de la Hozuki.