9/06/2019, 16:00
A decir verdad, Rōga se quedó extrañado con la actitud de Galen. No mostró intención de aportar ninguna idea a su explicación, sino que simplemente se limitó a escuchar y seguir con el camino. "¿Pero que le pasa?" Al Yotsuki se le volvía un poco incómodo, ya que incluso con su sensei o con otro superior como Daruu, la experiencia era muy distinta al trabajar juntos. "Hasta Sagisō era más elocuente que este sujeto." Era extraño que tuviese una relación más coloquial con otros shinobi de mayor rango, que con alguien de su mismo nivel. Sin saberlo realmente, estaba aprendiendo la diferencia de alguien con madera de liderato respecto a quién se conformaba con ser un soldado raso. El buscar la confianza de los subalternos con un compromiso sincero, más allá de seguir una simple cadena de mando.
El resto del camino fue tedioso porque Galen se mantuvo igual de silencioso. Si bien el de cabellos tricolor era muy efusivo y alegre, parecía que que el chico de los piercings tenía una pared de hielo que le impedía establecer un vínculo. No encontraba una abertura por la cuál entrar sin que fuese algo forzado o impertinente. Existían tantas cosas triviales de las cuales hablar, pero ninguno de los dos hizo esfuerzo en acercarse al otro. Ni siquiera para conocer la forma de operar de cada uno. "Esto puede ser un problema..." suspiró. "Creo que si se trata de presentación, mejor yo tomaré las riendas. No creo poder cederle negociaciones o similares." De por sí su actitud altiva le hacía tomar la iniciativa de mando, aunque legalmente ninguno de los dos fue asignado con potestad sobre el otro.
Por lo menos, el marionetista tenía conocimiento del sitio al cuál acudir. Si bien el propio Yotsuki frecuentaba el distrito, no solía ir a los locales que no eran de su interés. Tampoco es que desdeñase los negocios de baja categoría, pues bien es sabido que ha terminado en sitios de mala muerte a base de sobornos o trucos.
Se detienen en la calle indicada en el mapa, únicamente para buscar el local.
—Si te soy sincero no frecuento este sector, soy más de ir a los karaokes o las tiendas de la otra ala del distrito. Pero vamos, algún letrero debe haber cómo mínimo para diferenciarlo de alguna casa particular— se cruzó de brazos y resopló. —Tampoco es tan difícil— caminaría observando cada puesto, edificio o local en búsqueda de alguno de los clásicos rótulos de neón que solían colocarle a los negocios con el nombre La Cucaracha Famosa, con tal de presentarse cuanto antes.
El resto del camino fue tedioso porque Galen se mantuvo igual de silencioso. Si bien el de cabellos tricolor era muy efusivo y alegre, parecía que que el chico de los piercings tenía una pared de hielo que le impedía establecer un vínculo. No encontraba una abertura por la cuál entrar sin que fuese algo forzado o impertinente. Existían tantas cosas triviales de las cuales hablar, pero ninguno de los dos hizo esfuerzo en acercarse al otro. Ni siquiera para conocer la forma de operar de cada uno. "Esto puede ser un problema..." suspiró. "Creo que si se trata de presentación, mejor yo tomaré las riendas. No creo poder cederle negociaciones o similares." De por sí su actitud altiva le hacía tomar la iniciativa de mando, aunque legalmente ninguno de los dos fue asignado con potestad sobre el otro.
Por lo menos, el marionetista tenía conocimiento del sitio al cuál acudir. Si bien el propio Yotsuki frecuentaba el distrito, no solía ir a los locales que no eran de su interés. Tampoco es que desdeñase los negocios de baja categoría, pues bien es sabido que ha terminado en sitios de mala muerte a base de sobornos o trucos.
Se detienen en la calle indicada en el mapa, únicamente para buscar el local.
—Si te soy sincero no frecuento este sector, soy más de ir a los karaokes o las tiendas de la otra ala del distrito. Pero vamos, algún letrero debe haber cómo mínimo para diferenciarlo de alguna casa particular— se cruzó de brazos y resopló. —Tampoco es tan difícil— caminaría observando cada puesto, edificio o local en búsqueda de alguno de los clásicos rótulos de neón que solían colocarle a los negocios con el nombre La Cucaracha Famosa, con tal de presentarse cuanto antes.