12/06/2019, 15:39
La chica no buscaba activamente a otra flautista, pues solamente había confundido a Ranko con una amiga suya. La de la trenza se levantó entonces, pues cayó en cuenta de que era de mala educación hablar con alguien sin estar a la altura de sus ojos. No obstante, su mirada tardó en posarse sobre los orbes de la chica, y recorrieron torpemente su cuerpo. Intentaba evitar el contacto visual, pues solía ponerla más incómoda.
—N-no se… no se p- —Comenzó Ranko ante la disculpa por el susto, mas se trabó consigo misma al querer dar las gracias por el cumplido —. G-gracias. Muchas. ¡S-sí!
La chica había reconocido el emblema de su bandana, por lo cual, dada su emoción, la de la trenza la miró a los ojos alegre, pero sonrojada. Era una Amejin, a juzgar por la correspondiente hitai-ate que portaba en una manga ("¿Sería una ude-ate, entonces?"). Por un segundo, pudo enfocarse más en su rostro. Sus facciones se notaban algo delicadas e infantiles, aunque no demasiado. Sus cabellos y sus ojos desprendían chispas azules y verdes, respectivamente, cada que el viento movía el árbol y dejaba pasar uno que otro haz de luz. Su presencia se le hizo relajante. La de la trenza tardó un par de segundos en presentarse adecuadamente.
—S-sí. Sagisō Ranko, d-de Kusagakure no S-sato —Le dedicó una reverencia profunda y una tímida sonrisa.
"Es linda… Y no tiene pinta de ser como Kingu-san. Aunque no lleva ni un minuto aquí, así que no sabría exactamente…"
—U-un gusto. ¿V-viene de Ahm… Amegakure? ¡E-es un p-placer! —Aunque era obvio, la morena no sabía qué decir en un inicio. Ranko jugueteaba con la flauta, haciéndola girar entre sus dedos —. E-es curioso… Una vez co-conocí a alguien de allá. Me… me dijo que era famoso.
Recordó entonces al chico de cabello bicolor y cómo se proponía que todo el mundo conociera "el aullido del rey colmillo de lobo".
—N-no se… no se p- —Comenzó Ranko ante la disculpa por el susto, mas se trabó consigo misma al querer dar las gracias por el cumplido —. G-gracias. Muchas. ¡S-sí!
La chica había reconocido el emblema de su bandana, por lo cual, dada su emoción, la de la trenza la miró a los ojos alegre, pero sonrojada. Era una Amejin, a juzgar por la correspondiente hitai-ate que portaba en una manga ("¿Sería una ude-ate, entonces?"). Por un segundo, pudo enfocarse más en su rostro. Sus facciones se notaban algo delicadas e infantiles, aunque no demasiado. Sus cabellos y sus ojos desprendían chispas azules y verdes, respectivamente, cada que el viento movía el árbol y dejaba pasar uno que otro haz de luz. Su presencia se le hizo relajante. La de la trenza tardó un par de segundos en presentarse adecuadamente.
—S-sí. Sagisō Ranko, d-de Kusagakure no S-sato —Le dedicó una reverencia profunda y una tímida sonrisa.
"Es linda… Y no tiene pinta de ser como Kingu-san. Aunque no lleva ni un minuto aquí, así que no sabría exactamente…"
—U-un gusto. ¿V-viene de Ahm… Amegakure? ¡E-es un p-placer! —Aunque era obvio, la morena no sabía qué decir en un inicio. Ranko jugueteaba con la flauta, haciéndola girar entre sus dedos —. E-es curioso… Una vez co-conocí a alguien de allá. Me… me dijo que era famoso.
Recordó entonces al chico de cabello bicolor y cómo se proponía que todo el mundo conociera "el aullido del rey colmillo de lobo".
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)