13/11/2015, 02:18
Ni bien la albina estuvo dispuesta a entregarle el cordel algo pasó entre las manos de ambas y por suerte no le hizo daño a ninguna, pero lo que había pasado volando era casi que obvio por lo que Noemi no tardó en girarse en la dirección por la que había venido el arma.
Una figura encapuchada estaba allí y la Hyuuga parecía más preocupada por lo que había pasado previamente. - Con ese nivel de reacción vamos mal... - Sentenció mientras observaba a aquella figura con tal de asegurarse que él al menos no haría más ataques sorpresas. ~ Parece que no era una declaración de amor después de todo... ~ Pensaba la kunoichi que ya tenía su mano dentro del portaobjetos.
—¡¿Un bandido?!—
Fue la brillante deducción de su posible compañera en este asunto a lo que Sakamoto respondió con una sonrisa algo arrogante en su rostro. - Ahora mismo nosotras somos los bandidos. - No le desagradaba la idea, lo único que le desagradaba era que una sola persona actuase con tanta arrogancia frente a dos kunoichis, aunque si vamos a algo que cualquiera podría deducir luego de ese ataque, ellas también estaban frente a un shinobi.
—Entregadme esa carta, perros de los Yashimura— bramó aquel tipo con furia —Su contenido no os concierne— indicó antes de amenazar a las dos kunoichis —Si no lo hacéis acabaré con vosotros—
Fueron las palabras del hombre que a juzgar por su voz era un adulto a diferencia de las chicas. - ¿A ti te parece que un par de kunoichis tiene tiempo para una mierda de asunto como el tuyo? - Sentenció la rubia mostrando el papel que traía en mano, era el original y lo traía doblado tal y como estaba, pero en un instante lo hizo un bollo y se lo lanzó al encapuchado, si lo recibía o el viento se lo llevaba le daba lo mismo, total, el papel no decía nada extraño.
- Ahora vete si sabes lo que te conviene... - Agregó amenazante con un par de shurikens en la mano que traía oculta dentro de su portaobjetos.
Una figura encapuchada estaba allí y la Hyuuga parecía más preocupada por lo que había pasado previamente. - Con ese nivel de reacción vamos mal... - Sentenció mientras observaba a aquella figura con tal de asegurarse que él al menos no haría más ataques sorpresas. ~ Parece que no era una declaración de amor después de todo... ~ Pensaba la kunoichi que ya tenía su mano dentro del portaobjetos.
—¡¿Un bandido?!—
Fue la brillante deducción de su posible compañera en este asunto a lo que Sakamoto respondió con una sonrisa algo arrogante en su rostro. - Ahora mismo nosotras somos los bandidos. - No le desagradaba la idea, lo único que le desagradaba era que una sola persona actuase con tanta arrogancia frente a dos kunoichis, aunque si vamos a algo que cualquiera podría deducir luego de ese ataque, ellas también estaban frente a un shinobi.
—Entregadme esa carta, perros de los Yashimura— bramó aquel tipo con furia —Su contenido no os concierne— indicó antes de amenazar a las dos kunoichis —Si no lo hacéis acabaré con vosotros—
Fueron las palabras del hombre que a juzgar por su voz era un adulto a diferencia de las chicas. - ¿A ti te parece que un par de kunoichis tiene tiempo para una mierda de asunto como el tuyo? - Sentenció la rubia mostrando el papel que traía en mano, era el original y lo traía doblado tal y como estaba, pero en un instante lo hizo un bollo y se lo lanzó al encapuchado, si lo recibía o el viento se lo llevaba le daba lo mismo, total, el papel no decía nada extraño.
- Ahora vete si sabes lo que te conviene... - Agregó amenazante con un par de shurikens en la mano que traía oculta dentro de su portaobjetos.